La adquisición de este tipo de armamento no letal se da a casi tres meses de la reglamentación del uso e implementación por parte del Gobierno. Se invirtieron más de 5 millones de pesos.
El Gobierno nacional compró las primeras 100 pistolas Taser para las fuerzas de seguridad, operación que tuvo un costo de más de 5 millones de pesos, y que pasarán a formar parte de su dotación para contar, según afirman las autoridades, con un medio no letal a la hora de realizar detenciones de personas que estén en situación de poner en peligro a terceros o a sí mismos en contextos de alta concentración de público, como en andenes ferroviarios, vía pública o terminales aeroportuarias.
Tras el proceso de licitación, el Poder Ejecutivo se inclinó por la oferta de la empresa Axon, que entregará 100 pistolas, 1000 cartuchos operativos y 600 para capacitación. La operación de compra fue de 5.285.000 pesos: cada pistola costó 36.635 mil pesos, mientras que el valor de los cartuchos operativos fue de 1.005 y los de capacitación, 966 pesos.
En mayo pasado, se había establecido que en agosto de 2019 empezarían a ser utilizadas estas armas electrónicas por los efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), para tareas de prevención de delitos en terminales aeroportuarias, portuarias y ferroviarias.
De acuerdo a la legislación vigente, este tipo de pistolas serán empleadas "para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse", cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; o "para impedir la comisión de un delito de acción pública".
"Ante el necesario empleo de armas electrónicas no letales, funcionarios de las fuerzas policiales y de seguridad federales deberán identificarse como tales de viva voz advirtiendo su inmediata intervención, salvo que dicha acción pueda suponer un riesgo de lesiones para otras personas, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil, dadas las circunstancias del caso", continúa la norma.
Cuando son disparadas, con una distancia de hasta diez metros provocan una descarga de 400 volts durante cinco segundos. Eso inmoviliza de inmediato a un atacante. El arma, además, graba toda la secuencia de uso -en imágenes y en audio-, por lo que pueden verificarse posteriormente las condiciones de tiro (eso no ocurre con las armas de fuego reglamentarias).
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