En medio de la fuerte caída del poder adquisitivo en los primeros meses del año, más de la mitad de los hogares en el país utiliza la tarjeta de crédito para comprar alimentos. Esto, se nota más después de mitad de mes, cuando ya las familias no tienen fondos en sus cuentas y no pueden aprovechar, muchas veces, las promociones de las billeteras virtuales.
De acuerdo a un relevamiento realizado en todo el país del Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas cordobés, el 54 por ciento de los hogares utilizó la tarjeta de crédito para comprar alimentos, lo que demuestra lo difícil que se le hace llegar a fin de mes a muchas familias.
De hecho, en las compañías de tarjetas de crédito admiten que ven un incremento de las compras con plásticos en los supermercados e incluso la financiación en cuotas en los últimos meses que llega hasta los dos dígitos respecto al año pasado. Algunas empresas hablan de una suba del 15 por ciento en el segundo trimestre respecto del primero.
“Más del 90 por ciento de los hogares argentinos están más endeudados. El 35 por ciento de las familias posee una sola deuda, pero el 57 por ciento entre dos y tres. Teníamos deuda con tarjeta de crédito, ahora tienen el cupo colapsado y comenzaron a pedir fiado en comercios de proximidad”, reconoció el director del Centro de Almaceneros de Córdoba, Germán Romero.
Esta compleja situación se refleja en la provincia de Buenos Aires, donde el día 15 se considera ya como fin de mes. Al respecto, Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros bonaerenses, reconoció que la inflación y la reducción del poder adquisitivo alteraron los patrones de consumo en los pequeños comercios barriales.
“Del 1º al 15, uno ve que el pago es efectivo, débito, QR, transferencia, sea dinero virtual o dinero físico, el dinero está. Pero a partir del día 15, ya el día 16, la gente empieza con este tema de la tarjeta de crédito”, relató Savore a Radio Mitre.
Este cambio de comportamiento se debe a que, hacia mediados de mes, muchos consumidores agotan sus ingresos, por lo que no pueden usar las promociones que brindan billeteras virtuales como Cuenta DNI, del Banco Provincia, o MODO, de otras entidades. Frente a esto, recurren a tarjetas de crédito o incluso a “fiados”, algo que en tiempos pasados era menos común en las compras diarias de alimentos básicos.
“El cliente siempre es respetuoso y entra al negocio y pregunta, ‘¿puedo pagar con una tarjeta de crédito?’ Y bueno, es como decir, o lo tomás o lo dejás, ¿no es cierto?”, agregó Savore. Y reconoció que el comerciante empezó a aceptar el crédito, más allá que el costo para él es mucho mayor. Y agregó: “La verdad que se ve pagar con crédito cosas muy elementales, como un puré de tomate, o un fideo”.
Para un comerciante, cobrar con débito, le representa entre el 8 y 10 por ciento de descuento del total de la compra, aunque parte de ello lo recupera con Ingresos Brutos. Mientras que el cobro con crédito le resta en torno al 10 por ciento y tarda más días en ser acreditado en su cuenta.
Otro aspecto destacado por Savore es la creciente preferencia por segundas marcas o las que son de pymes, en detrimento de las empresas líderes, cuyo precio se disparó en lo que va del año. “Después del 15, se refugian más en las marcas Pyme. Por ejemplo, lo que decían recién del tema de la gaseosa, la gaseosa de primera marca ha crecido tanto en precios que le han ganado mucha góndola las marcas Pyme, y así ocurre con un montón de mercadería”, explicó.
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