Los despidos comenzaron en 2016, cuando aún contaba con 300 operarios. En las últimas horas, la compañía cerró sus puertas definitivamente y dejó a 60 trabajadores en la calle.
Con un piquete, quema de neumáticos y una olla popular, un grupo de trabajadores despedidos de la fábrica de calzado Gaelle, reclamaron en la localidad de Avellaneda una solución al duro momento que están atravesando.
Desde temprano y con apoyo gremial y de dirigentes políticos, un grupo de desafectados cortó la transitada avenida Rivadavia de esa localidad del conurbano para exigir una respuesta por parte del dueño de la empresa, José Lopes, y pedir la reincorporación.
La fábrica de zapatillas, fundada en 1982, cerró sus puertas en las últimas horas, y dejó a 60 trabajadores en la calle. Sin embargo, la empresa había comenzado con los despidos en mayo de 2016, cuando tenía 300 operarios.
"En esto han transformado a la Argentina, un retroceso enorme. Estamos junto a los trabajadores de Gaelle en Avellaneda. El Ministerio de Trabajo de la gobernadora Vidal está ausente. Deben citar ya a la patronal. Echaron de forma brutal a 350 de 384 en dos años", escribió a través de la red social Twitter el diputado del FpV, Miguel Funes.
Según habían informado días atrás desde la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), la firma de Lopes había decidido bajar sus persianas para "solamente importar". Y señalaron que "ya se perdieron 6 mil puestos de trabajo en el sector desde la salvaje apertura de importaciones".
Al respecto, los trabajadores en un comunicado indicaron: "Nuestras familias no viven de promesas, necesitamos trabajar y cobrar, es por esto que hemos comenzado a desarrollar un plan de lucha con el acompañamiento de diversas organizaciones sociales y políticas con las cuales hemos puesto en pie un comité de apoyo".
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