El Intendente dio el visto bueno a la propuesta, que se presentaba hoy en el Senado bonaerense. “Debe ser tratada y, si sale, estaré totalmente de acuerdo”, remarcó. La iniciativa propone un máximo de dos mandatos para los jefes comunales, entre otras reformas.
En el marco de un nuevo aniversario por el hundimiento del Crucero General Belgrano en la guerra de Malvinas, el intendente Humberto Zúccaro expresó su apoyo a un proyecto encabezado por Sergio Massa.
Concretamente, el Jefe Comunal dio el visto bueno ante la iniciativa del referente del Frente Renovador, que se presentaba hoy en el Senado de la Nación y prevé, entre otras cosas, la prohibición de la reelección indefinida a nivel municipal.
Asimismo, la propuesta de Massa incluye la eliminación de las listas sábana, la vuelta del voto electrónico obligatorio, y la separación de los comicios distritales, por un lado, y los nacionales y provinciales, por el otro.
“Esa ley debe ser tratada, y si sale como corresponde en la vía legislativa de la Provincia estaré totalmente de acuerdo con el tiempo determinado que tenga cada intendente”, señaló Zúccaro.
La iniciativa en cuestión reforma la Ley Orgánica de las municipalidades pero su impacto también apunta a dar autonomía funcional real a los distritos, tanto para administrarse y brindar servicios, así como para generar convenios entre sí o con otras provincias.
Asimismo, la medida recuperaría para los intendentes la potestad de los mismos para decidir el uso de su suelo y el código de ordenamiento de cada uno de los distritos.
Ésta es una discusión que cobra real dimensión cuando se piensa en las cajas de la política.
Sin embargo, casi no hay dudas de que el debate central pasará por el fin de las reelecciones indefinidas, ya que el proyecto del Frente Renovador propone fijar un máximo de dos periodos para intendentes, pero también habilita a los concejos deliberantes a que se apruebe un solo mandato.
“Lo que estamos proponiendo es el fin de los aparatos. No es por temor, al aparato ya le ganamos el año pasado. Pero estamos convencidos de que la única forma de renovar la política es de abajo hacia arriba”, dijo Massa en una entrevista con el diario La Nación.
El referente del Frente Renovador participó el pasado domingo de una reunión con quienes trabajaron el proyecto en los últimos dos meses: los diputados bonaerenses Jorge Sarghini, Ramiro Gutiérrez y Rubén Eslaiman, y los senadores Jorge D'Onofrio, Patricio Hogan, Malena Baro, Roque Cariglino y Alejandro Urdampilleta.
"No diseñamos esta propuesta pensando en los dirigentes, sino en la gente. En las elecciones asumimos un compromiso con la gente. Este proyecto va a obligar a los municipios a acordar con los opositores y construir políticas de Estado que sobrevivan a los intendentes. Y también obliga a los intendentes a construir equipos y elevar el nivel de sus gestiones", insistió.
Caudillos
Sobran los casos, tanto en el conurbano como en el interior de caudillos o clanes familiares con cuatro, cinco o seis gestiones. Por eso, no fue casual la participación en la elaboración del proyecto del hermano del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que gobierna desde 1995, y de Urdampilleta, que responde a Raúl Othacehé, intendente de Merlo desde 1991.
Ante esta determinación, Zúccaro, que suma once años en el poder, respondió que “Massa lo prometió durante la campaña y hay que aceptarlo”, pero negó dar más precisiones sobre su futuro si la medida fuese aprobada.
No es la primera vez que un opositor intenta esta reforma, pero Massa tiene los números para lograr que el Senado le dé media sanción al proyecto. Con 21 senadores propios, contra 18 del kirchnerismo, necesitará algunos apoyos de los legisladores del FAP, el denarvaísmo o de Mario Ishii para trasladar esa discusión a la Cámara de Diputados.
Por último, el artículo 9 del proyecto ordena implementar "con carácter obligatorio" el voto electrónico "para todas las elecciones municipales que se realicen en cada uno de los distritos" de la provincia.
Este sistema ya probó su eficacia en la provincia de Salta, ya que no sólo les dio libertad a los votantes para construir sus listas de candidatos, sino que limitó el accionar de punteros, barras y otros grupos de choque a la hora de eliminar boletas, adulterarlas o condicionar los recuentos.
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