Una vez finalizado su mandato, el expresidente Alberto Fernández abandonó Argentina en un viaje hacia el Viejo Continente. Se lo pudo ver en España, donde según manifestó se instalaría por un tiempo para dar clases en distintas universidades.
Sin embargo, debía regresar al país para hacer la presentación que le permitiera iniciar el trámite para acceder a la jubilación, un beneficio que alcanzaría los 7 millones de pesos por mes para el exmandatario.
Ahí es donde entra en juego la intervención de una pilarense. Se trata de la diputada nacional Marcela Campagnoli, quien realizó una presentación ante la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), solicitando que Fernández no pueda percibir su jubilación vitalicia por supuesta falta de honorabilidad.
En este marco, la legisladora de la Coalición Cívica presentó una serie de motivos entre los cuales expuso el hecho del vacunatorio VIP, por la el cual se privilegió la vacuna contra el Covid a funcionarios y empresarios allegados al entonces Gobierno en detrimento de la población. Por supuesto, tampoco quedó al margen la “Fiesta en Olivos”, donde el exmandatario celebró el cumpleaños de su mujer, Fabiola Yáñez.
Luego de las acusaciones de Campagnoli a Alberto Fernández, destacando su “carencia de honorabilidad”, la PIA, organismo que conduce Sergio Rodríguez, consideró que la presentación debía ser girada a la Oficina Anticorrupción (OA).
De esta manera, será esta última la encargada de evaluar y responder al pedido de la pilarense, luego de considerar si el expresidente se encuentra en condiciones de percibir la jubilación.
La propia legisladora nacional se refirió a la iniciativa que llevó adelante, y sostuvo: “Hice una presentación en noviembre ante la Procuraduría de Investigaciones Administrativas para que evalúe la falta de honorabilidad de Alberto Fernández en el ejercicio de su mandato. Creo que fue el peor presidente que tuvo la Argentina no sólo por su mandato, sino por como ejerció el poder”.
Campagnoli hace referencia a la normativa que rige las pensiones para expresidentes, que utiliza el término “honorabilidad” como una clave a tener en cuenta. “Cuando se sancionó esta ley, decía que era una retribución por haber ejercido el cargo con honorabilidad. Recuerdo que tuvo una causa donde pagó 1 millón de pesos por la fiesta de Olivos, el vacunatorio VIP, los DNU que sacó excediéndose en las facultades que le son vedadas por la Constitución Nacional. Violó un artículo de la Constitución cuando siguió ejerciendo como profesor de la universidad sin importar que no reciba remuneración; el uso del logo del Banco Nación por parte de su pareja para promover una empresa personal. Los motivos son innumerables para hablar de honorabilidad”, destacó.
Y concluyó: “Presenté hace un año un proyecto para modificar esta ley, que aquellos presidentes con causas pendientes tengan suspendido el beneficio hasta que se resuelvan”.
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