Sin dudas los conocimientos financieros ayudan a la vida diaria de todas las personas, pero lamentablemente, no todos han tenido la posibilidad de adquirir conocimientos durante sus años de estudio que sirvieran para el día a día. Muchos, entonces, han tenido que aprender “a los golpes”.
Esto es algo que la concejal Solana Marchesán, de Avanza Libertad, desea modificar y tomó la decisión de presentar un proyecto que hace referencia a la educación financiera y al Plan Nacional de Educación Financiera (PNEF).
En el proyecto, pide que el Ejecutivo informe “el estado de la adhesión de la Ciudad de Pilar” al PNEF, así como también que se informe “si existen y cuáles son los recursos que la política pone a disposición de la ciudad de Pilar para la implementación del programa”.
Por último, pide se informe “acerca de la estructura y los contactos locales o referentes nacionales, comprometidos en implementar y llevar adelante el programa PNEF”.
“La idea surge como propuesta de un miembro de nuestro equipo: Franco Rabuffetti, él es estudiante de economía y actuario y propuso traer a la conversación este tema tan delicado. A su vez, es un fenómeno que venimos observando en la sociedad y qué está siendo completamente ignorado”, explicó Marchesán a Resumen.
Consultada por las complicaciones para los jóvenes adultos para tareas básicas como comprender recibos de sueldos, ir al banco o manejar sus tarjetas y si esto se relaciona con la falta de educación financiera, indicó: “Definitivamente, hay una falta total de conciencia respecto a lo que significa la responsabilidad, por ejemplo, de poner a disposición un recibo de sueldo para poder acreditar una situación financiera y comprar productos en cuotas. Sucede que a veces las personas se prestan recibos de sueldo entre amigos y familiares. Desconociendo por completo que esta situación los ubica en una posición muy vulnerable, comprometiéndose el prestador de ese recibo de sueldo a responder por falta de pago del familiar o amigo, cosa que sucede y a menudo”.
Además, afirmó: “Las consecuencias son preocupantes. Se desconoce por completo la instancia de embargo de sueldo. La gente termina aprendiendo quemándose con leche y teniendo que pagar costos de transacción para los cuales no le alcanzan los recursos. Es un loop muy complejo en donde sufre la persona, el acreedor, las relaciones de su círculo íntimo involucradas, la sociedad toda”.
Sobre los cambios que traería que los adolescentes tuvieran acceso a educación financiera en las escuelas, dijo que serviría para “tomar una postura proactiva y ayudar a la gente a que preventivamente entienda cómo funciona el sistema”.
Al referirse a la resistencia ante esta educación, dijo: “vivimos en una sociedad enferma, que cada día nos presenta estímulos que nos provocan ansiedad y estrés constantes. Entonces se encuentra en el consumo excesivo de bienes de lujo o no de primera necesidad, una falsa sensación de placer, poco duradera. Cuando pasa la emoción de aquello que se compró, la persona queda sintiéndose con una sensación de vacío, endeudada y queriendo comprar otra cosa para ver si tiene oportunidad de llenar esa sensación. Desde luego que es natural querer darnos gustos y deberíamos poder hacerlo, pero como digo siempre, se trata de establecer prioridades y en este caso de no hipotecar el futuro en plan de un momento de impulsividad trivial”, añadió.
Por último, sobre el tratamiento del proyecto y el acompañamiento en el recinto afirmó que “tendremos las conversaciones que sean necesarias para que el mismo sea tratado”. “Mi expresión de deseo es que si sea acompañado ya que los beneficios que traería esta política son claros y para todos”, cerró Marchesán.
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