La investigación por el crimen de Roberto Wolfenson Band, cometido el pasado 23 de febrero en el country La Delfina, continúa y ahora la fiscalía se ha centrado en los médicos que llegaron a la escena primero y aseguraron que se trataba de una muerte natural.
El fiscal del caso, Germán Camafreitas de la UFI N°3, finalmente denunció al médico Hermenegildo Gustavo Mejía López, de la empresa Vittal, ante la posibilidad de que haya cometido un delito de acción pública.
Es el segundo médico denunciado por Camafreitas, quien ya había pedido se investigue el accionar de Marcelo Rodrigué, médico de la Policía Científica de San Isidro que sostuvo que el ingeniero falleció como consecuencia de un infarto de miocardio.
“Paro cardio respiratorio súbito”, suscribió Mejía López en el “acta de constatación de óbito” y ésta no fue la única irregularidad. Es que para ingresar al country La Delfina, ante la guardia de seguridad, Mejía López dijo llamarse Javier, nombre que sería el de su hermano.
La trama se intensifica y, de hecho, de la auditoría de la empresa médica surgió la diferencia de nombres entre quien estuvo en el country y quien firmó el informe. En Vittal ese informe fue firmado por Eduardo Mendoza.
Ese día, Mendoza no fue a trabajar, y quien subió a la ambulancia fue Mejía López. “En el sistema de Vittal para hacer el informe interno se logueó con el nombre y usuario del médico que estaba de guardia. En la constatación de óbito puso su sello con su número de matrícula”, explicaron fuentes judiciales.
“Vittal informa que los datos del médico al cual se refiere el oficio del fiscal Germán Camafreita coinciden en apellido y matrícula nacional con un médico de la empresa. Al tomar conocimiento de esta situación, la empresa tomó cartas en el asunto de inmediato y ya puso toda la información correspondiente a disposición de la Justicia. En ningún momento los médicos ni la empresa actuaron de mala fe”, explicaron a La Nación fuentes de la firma de emergencias médicas.
Por otro lado, en la constatación de óbito, Mejía López hizo referencia a antecedentes médicos de la víctima como Hipertrofia Prostática Benigna (HPB) e hipertensión arterial.
“Más que una constatación de óbito parecía un resumen de historia clínica. ¿Cómo, un médico de emergencias médicas podía conocer los antecedentes clínicos de una persona que no era su paciente?”, detallaron.
El fiscal, por otro lado, ya ha citado como testigos a los hijos de la víctima, Esteban y Laura, a su pareja Graciela Orlandi y a los dos hijos de ésta, que comenzarán a declarar la próxima semana.
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