Se han conocido más detalles del caso de los hermanos de La Lonja, Franco y Gustavo Cortés, quienes habían desaparecido el pasado martes tras dirigirse a Hurlingham para comprar una moto.
Como fue informado, Franco (19) y Gustavo (16), regresaban de dicha localidad cuando a la altura de San Miguel en la Ruta N°8, alertaron un móvil policial que solicitó que frenaran su marcha. Sin embargo, los hermanos decidieron emprender la huida y chocaron a la altura de José María Rosas y Primera Junta con una camioneta, ocasionando la muerte de Franco y graves heridas en Gustavo, quien sigue internado.
Recientemente la policía informó que se logró esclarecer que la motocicleta, una Corven 110 roja, estaba sin matrícula y, de hecho, había sido robada. “Al verificar los datos de la Corven, se esclareció que tenía un pedido de secuestro activo, ya que había sido hurtada a una vecina de la localidad de San Martin, el lunes 15 de abril”, indicaron desde la Secretaría de Seguridad.
Por otro lado, detallaron lo ocurrido con el llamado telefónico que recibió la familia, a través del cual aseguraban haber secuestrado a los hermanos. En el mismo, un hombre, que se hacía llamar Marcos, les solicitaba una importante suma de dinero para “entregar” a los hermanos a salvo.
En la conversación, compartida por la Secretaría de Seguridad, el estafador les indica que deseaba hablar con un familiar porque pedían recompensa: “la hago corta, nosotros pedimos dólares. Ellos, no cuentan con eso. Los chicos no cuentan con dólares, no me quieran venir a meter ningún verso porque no cuentan con dólares, son humildes”.
La familia, durante la llamada, le indicaron al presunto secuestrador que podían recolectar algo de dinero, a lo que el estafador les pide que no llamen a la policía porque “queremos a nuestros hermanos”. “Vos me das 3 mil dólares, yo te los suelto”, les asegura.
“1.500 por cada uno, no es nada. ¿Valen menos ellos?”, destaca Marcos quien se muestra reticente a esperar una hora para que la familia consiga dicho dinero.
Con la información la familia realizó la denuncia y se pautó un encuentro con el secuestrador en Avellaneda, donde se montó un operativo encubierto para arrestarlo.
El estafador, finalmente, fue interceptado por los agentes de la policía mientras circulaba en bicicleta y se le confiscó el celular que utilizó para comunicarse inicialmente con la familia.
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