Se registraron dos casos en Pilar Centro. En uno de ellos, la víctima pagó el dinero que solicitaban los delincuentes. En el segundo hecho, el hombre colgó el teléfono y fue a verificar el estado de su hija.
Los secuestros virtuales, también llamados ‘el cuento del tío’, comenzaron a aparecer en nuestro país cerca del año 2000 y durante años fue uno de los modos más populares para quitarles dinero a familias desprevenidas, que en medio de la noche escuchaban el llanto de alguien que creían su familiar o eran increpados por ‘secuestradores’ afirmando que tenían a un ser querido de rehén.
Recientemente, en nuestro distrito se han registrado dos casos con esta modalidad que, no por conocerla y estar al tanto, resulta menos efectiva, ya que juega con el temor de quienes son elegidos, al azar, para ser víctimas.
Ambos casos ocurrieron en las últimas semanas a dos conocidos miembros de nuestra comunidad, que prefirieron no dar a conocer su identidad. “Llamó una chica llorando a sus teléfonos, con la misma voz de sus hijas en los dos casos. Le decían que estaban secuestradas, que tenía que entregar dinero”, contó a Resumen una fuente allegada a las víctimas.
Uno de los hombres, al escuchar la voz de su hija decidió cortar el teléfono y correr hacia dónde ella reside, para ver si estaba bien y al llegar corroboró que la llamada telefónica se trataba de un engaño. Sin embargo, la segunda víctima en un acto de desesperación cumplió con las indicaciones de los falsos secuestradores: “les pagó, les dio dinero y todo lo que tenía. Un remis fue el encargado de buscar el dinero”.
Tras los episodios, la alarma de los vecinos se ha encendido ya que afirman que no serían los únicos dos casos que ocurrieron durante este año. “Esto es algo que se está dando por la zona, hace bastante”, cerró la fuente consultada.
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