La mujer asesinada a cuchillazos por su marido en su casa del country de Presidente Derqui grabó los ataques que sufrió durante los meses previos al trágico desenlace. "Terminá de ser agresivo con los chicos", pedía la víctima.
El pasado martes, trascendieron una serie de audios grabados por Claudia Schaefer, la mujer asesinada por su marido en su casa del country Martindale, ubicado en la entrada a Presidente Derqui.
Concretamente, los audios son de vital importancia para la Justicia, ya que la defensa de Fernando Farré busca demostrar que actuó bajo emoción violenta. El matrimonio mantuvo en los días previos al crimen una serie de discusiones en las que el detenido sometió y amenazó de diversas formas a la víctima.
“¿Te sentís bien con lo que estás haciendo? ¿Te sentís bien cómo los estás tratando a los chicos y cómo me estás tratando a mí? ¿Te hace bien Fernando? ¿Te das cuenta de lo fuera de contexto y lo mal que estás psicológicamente? ¿Te das cuenta del daño que estás generando? ¿Por qué no te vas a dormir? Dejá de tirar veneno. Terminá de ser agresivo con los chicos”, le pidió Schaefer a su marido en uno de los fragmentos que aparecieron en los medios.
Según consta en la denuncia realizada por la víctima ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, la razón de las grabaciones fue para que “todos escuchen su forma de expresarse conmigo y con los chicos”.
En otro audio, Farré le expresó: “Sos una montaña de ropa carenciada que las 20 lucas las tirás en perfumes cuando podrías pagar la educación de tus hijos que la tengo que pagar yo”.
“Ahora, ¿yo qué hago? Durante ocho años trabajé en Brasil y acá y generé 200 mil pesos por mes. Y ahora estamos viviendo de los 10 mil dólares por mes que yo genero financieramente con mis bonos o con mis ahorros. Esa es la realidad”, dice en otro momento.
En otras grabaciones, el imputado le dice a su mujer: “no soy agresivo con los chicos, que maduren, que maduren. La vida no es una joda. Que se pongan a estudiar. Y vos vení y hacé los deberes con ellos. Aprendé a ser madre”.
En un diálogo telefónico, ella le recrimina: “Me agarraste del pelo, me tiraste contra el sillón, me pusiste tu rodilla en la cabeza, me apretaste para sacar un celular de la mano. Me lastimaste, me reventaste las cervicales, me dejaste la cara marcada. Todo delante de los chicos”.
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