A mediados de mayo el sargento de la Policía Federal Argentina, Martín Aguirre, de 46 años, era detenido por los agentes de la Sub DDI de la Policía Bonaerense en la localidad de Villa Rosa, en medio de una investigación por abuso sexual a un adolescente.
Hasta el día de su detención, Aguirre cumplía funciones en la División de Custodias Estratégicas y circulaba por el distrito, al parecer, buscando víctimas. En todos los casos de abuso sexual que se le investigan al momento, las víctimas son niños.
La detención llegó luego de que fuese denunciado por corrupción de menores, tras haberle mostrado videos pornográficos y manosear a un adolescente de 15 años. El menor fue convencido por el uniformado a subir al automóvil, para que éste lo llevase a su vivienda y, en ese momento, ocurrió el abuso.
Sin embargo, no era la primera vez que el sargento cometía abusos y para la justicia, hay otros hechos cometidos con el mismo modus operandi, convirtiéndolo en un abusador serial.
Las investigaciones están a manos del fiscal Manuel Cayuela, de la UFI de Violencia de Género, y según indicó una fuente del caso a La Nación, Aguirre ya fue reconocido en la rueda de presos por tres víctimas. Además, se lo investiga por un hecho del 2012.
“Sin dudas estamos ante un ‘chacal’ que elegía como víctimas a adolescentes varones. Un abusador serial”, afirmó un detective que participa de la investigación.
Tanto Cayuela como los investigadores de la Bonaerense, ya tenían en la mira a Aguirre desde el 31 de mayo del 2022, cuando un hecho de similares características tuvo lugar a pocos metros de su vivienda, en Villa Rosa.
Según el expediente judicial, Aguirre interceptó a un adolescente de 14 años que caminaba hacia una parada de colectivos y le preguntó si lo ayudaba a descargar videos y canciones en su teléfono celular.
“Con la excusa de que en la calle no tenía buen servicio de Internet, convenció a la víctima para que ingresara en su casa. Cuando estaban en el living, Aguirre comenzó a reproducir en el teléfono un video pornográfico. El adolescente comenzó a sentirse incómodo y evitó ver las imágenes. Pero la situación empeoró porque el sindicado delincuente sexual comenzó a tocarse en sus partes íntimas. Finalmente, el muchacho logró escapar”, reconstruyó a La Nación una fuente judicial.
Con las sospechas de que el abusador fuese de la policía, Cayuela le encargó las tareas de investigación a Gendarmería Nacional, aunque fueron luego los detectives de la Sub DDI quienes lo identificaron y detuvieron en Villa Rosa.
Sin embargo, estas denuncias no fueron las únicas: se han sumado dos hechos más. Uno de ellos, habría ocurrido cuando la víctima, que en ese momento tenía entre 12 y 13 años, iba desde su domicilio a la parada de colectivos de la línea 57.
Mientras caminaba fue interceptado por Aguirre que le consultó cómo podía llegar a la Ruta 25. Además, lo invitó a subir para alcanzarlo hacia la parada de colectivos. “En el trayecto, el sospechoso frenó a la altura de la iglesia de la Sagrada Familia, en La Lonja, y le exhibió al adolescente videos pornográficos que tenía guardados en su teléfono celular, lo manoseó y abusó sexualmente de él”, explicó una fuente del caso.
El cuarto ataque ocurrió hace casi un año, el 4 de julio pasado, también en Pilar. Una vez más, el sargento interceptó a un adolescente que encontró caminando por la calle y, con excusas, lo hizo subir a su automóvil, donde le mostró videos pornográficos.
En este hecho, Aguirre fue identificado gracias a que la víctima recordó la chapa patente y el color del automóvil, permitiendo a Cayuela identificarlo.
Aguirre, hasta el momento, se ha negado a declarar. El fiscal Manuel Cayuela, en estos días, pedirá que se dicte prisión preventiva.
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