Los robos, a pesar del aislamiento que rige por la pandemia del coronavirus, no han cesado y, si bien muchos afirman que la cantidad ha bajado, los vecinos de distintas localidades reportan todas las semanas un nuevo hecho delictivo en el distrito. Este es el caso de las instalaciones del Verbo Divino que, durante el último mes ha tenido distintos robos.
En el predio de Ruta 25, donde funciona la institución educativa, también está el campo de deportes en donde este último sábado ocurrió el robo. Entre ocho y 10 personas ingresaron tras violentar el alambrado y robaron heladeras, freezer, grabadoras de las cámaras de seguridad, inodoros y el mismo alambrado.
“Hubo tres episodios durante la cuarentena, el de este sábado el más grave porque entraron entre ocho y 10 personas. A quien está en seguridad, le prohibimos el uso de armas de fuego, porque en muchos casos son menores entonces, le pedimos que llame a la policía”, relató a Diario Resumen, Diego Annaratone, administrador del campo de deportes del instituto y aseguró que también entraron en la casa de retiros.
Asimismo expuso que para realizar la denuncia tuvieron inconvenientes ya que en el destacamento les informaron que no había personal para poder tomarla. “Ves que te paran en controles policiales tres sobre la Ruta 25 para ver si podes ir a trabajar o a visitar a un adulto mayor, pero ante un hecho de inseguridad no te toman la denuncia porque no tienen personal”, explicó.
Es que si bien él vive en Capital Federal, el casero se encuentra en nuestro distrito y se acercó al Destacamento de San Alejo pero sin respuesta favorable: “fue al mediodía y le dijeron que no había personal para tomar la denuncia, que fuera a las 20. Me llama la atención que habiendo tantos controles, que están bien, pero deberían ocuparse de esto también”.
Annaratone informó que esto ocurre hace tiempo en el barrio y que los propios vecinos saben quiénes son los responsables pero “tienen miedo y la policía dice que no puede hacer nada”. Incluso, él mismo señaló a los autores del robo del sábado y afirmó conocer dónde vendieron los electrodomésticos pero, aun así, nada pudo hacerse.
“Sacar un freezer, una heladera, todos lo ven pero tienen miedo. Todas las noches, constante, alarmas, robos. Se agravó todo y tengo la impresión de que será peor. No podes pretender que el hombre de seguridad le dispare a un menor, no se soluciona así”, indicó.
Esta situación, socialmente, está cada vez más difícil, se roban entre vecinos y es horrible”
A pesar de haber sufrido pérdidas materiales que, en este momento, será difícil reponer, para Annaratone la alarma es otra: el momento de crisis social que se está viviendo por la pandemia y del que el distrito no puede escapar. “La gente que entra a robar, se sabe quiénes son. Antes esos chicos no robaban”, consideró.
Por otro lado, mencionó que los entristece ver “la impunidad y la falta de seguridad” que existe pero que la crisis social que genera el COVID19 es lo que más preocupa. “Hace más de 100 días y no se dan cuenta del daño social que están haciendo. Por más que digan que la inseguridad bajó, está aumentando, afectando a gente que antes no robaba. No justifico, pero pienso que es gente que no tiene otra opción. Y después, cómo haces para recuperarlos. Es un gran costo social”, dijo.
En esta línea destacó que se dan becas tanto a niños de San Alejo como de Agustoni pero que, el gran trabajo que se realizaba para que pudiesen tener un futuro mejor se ve perjudicado cuando en las viviendas no hay para comer. “Es para sacarlos de la calle, pero uno se da cuenta de que todo esto juega en contra. Lo material se recupera pero el clima social, la gravedad, no se están dando cuenta”, expresó.
Todas las noches, constante, alarmas, robos. Se agravó todo y tengo la impresión de que será peor”
“Están tomando medidas para la pandemia, que uno no la desconoce, es grave pero también están descuidado lo que ocurre socialmente que, cada vez, es más grave”, argumentó.
“No alcanza con un IFE con un ATP, porque chico que no va al colegio todo el año, que no hace deportes, que el padre o la madre no tiene con qué darles de comer y, alguien le dice que vaya a robar, ya está, todo el granito de arena de cambiar eso, se fue por tierra al segundo. Esta situación, socialmente, está cada vez más difícil, se roban entre vecinos y es horrible”, cerró Diego Annaratone.
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