El animal había sido rescatado antes de ser entregado en adopción, por la Asociación de Ayuda a Caballos Maltratados (ACMA). Estaba siendo explotado por una organización que se dedica a alquilar equinos a cirujas y cartoneros.
Se trata de Aiken Fadda, una tobiana de alrededor de cinco años adoptada por la arquitecta Adriana Pontoriero. El animal había sido rescatado por la Asociación de Ayuda a Caballos Maltratados (ACMA). Estaba siendo explotado por una organización que se dedica a alquilar equinos para hacerlos trabajar con cirujas y cartoneros.
“Se los alquilan por noche a un valor de entre 80 y 200 pesos”, aseguró Pontoriero a “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol.
"Me enteré de la existencia de ACMA, completé el formulario de solicitud de adopción y hace unos tres meses me llegó la autorización para retirar a Fadda, una hermosa tobiana a la que estoy entrenando con el método indio para que pueda prestar en un futuro servicios de equinoterapia”, contó la mujer.
“Cuando nos enteramos de que había aparecido Fadda estallamos de felicidad y de alegría -confesó Adriana- pensamos que nunca iba a aparecer después de ocho días sin noticias de su paradero. Pero, después de una investigación exhaustiva y eficaz, con un procedimiento ordenado y organizado en su proceder, se alcanzaron los objetivos y acá están los resultados".
"Después de un trabajo impecable de la Policía Rural, con el apoyo de la fiscal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, podemos decir que acá los caballos no se tocan más –dijo convencida la entrevistada-. Infinidad de allanamientos, una investigación excelente de policía rural, un compromiso de la fiscal por encontrar a la yegua, todo ayudó a lograr recuperarla”.
Cuando los tutores del animal, acompañados por autoridades policiales llegaron al lugar donde estaba secuestrada, la encontraron atada a un poste en un predio privado. “Una vez detectada, se realizó un allanamiento en el lugar y el sitio estaba vacío –relató la mujer- pero como es un predio privado, tiene que tener un dueño y esa persona debe dar las explicaciones necesarias de que hacía la yegua ahí”.
Desde el día del robo del animal, se realizaron más de diez allanamientos en establecimientos de dudosa licitud. Pero también fue importante la actitud de los adoptantes Luciano y Adriana, que realmente demostraron amar a Aiken (Fadda, como ellos la llamaban) ya que movieron cielo y tierra. La audacia de la pareja de jóvenes llegó al extremo de haberse llegado hasta un frigorífico de la localidad de Mercedes, sospechado de recibir equinos para sacrificar y posteriormente exportar a Europa, pero no encontraron rastros de la yegua en el lugar.
La yegua apareció en cercanías del Cruce de Castelar en la localidad de Moreno.
Dejar un comentario