Presentan una denuncia para que se investigue como homicidio la muerte de Roberto Pachelo

Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González presentaron esta mañana, de manera formal, el pedido para que se reabra la causa por el presunto suicidio del padre de Nicolás Pachelo, ocurrido en 1996, y se investigue si fue asesinado por su propio hijo, informaron fuentes judiciales.

El pedido había sido realizado por los fiscales durante la última audiencia del debate oral del pasado viernes y formalmente fue presentado hoy ante el Juzgado de Garantías 5 de Tigre, a cargo de Diego Martínez.

En el escrito –al que tuvo acceso Télam-, los fiscales sostuvieron que, durante el debate por el crimen de García Belsunce, “se advirtió la existencia de diversos testimonios que guardarían relación directa e inmediata” con la muerte de Roberto Pachelo, de entonces 51 años, padre de Nicolás (46), quien según consta en la causa se suicidó el 10 de enero de 1996 en su vivienda del barrio Pellegrini.

Fuentes judiciales dijeron a Télam que la denuncia fue impulsada a raíz de las declaraciones vertidas en el juicio por el crimen de la socióloga por el testigo Mariano Maggi, dueño de una concesionaria de autos de la que Nicolás Pachelo era cliente; de Jacqueline Barbará, viuda de Roberto Pachelo, y de sus hijos Francisco Pachelo y Sebastián Coudeau.

La fiscalía pidió que la causa sea reabierta bajo la carátula de “homicidio agravado por el vínculo”, delito que prevé una pena de prisión perpetua.

Si bien el expediente estaba cerrado y el hecho que se investiga ocurrió hace más de 26 años, el Ministerio Público indicó que la acción penal aún no prescribió ya que Nicolás Pachelo estuvo imputado por otra serie de delitos en 2003, 2015 y 2017 y sigue acusado por el crimen de María Marta García Belsunce.

Las pruebas

Entre las pruebas más importantes presentadas por la fiscalía obra el resultado de autopsia en la que se detalla que no se hallaron rastros de deflagración de pólvora en las manos de Pachelo padre, quien fue encontrado muerto con un disparo en su vivienda de Pilar por su hermano Rodolfo, su cuñado Osvaldo Lynn, su hijo Nicolás y un allegado a la familia.

Los testigos relataron a la policía que, al no recibir respuesta del hombre, ingresaron por una ventana a la casa y lo hallaron “tendido sobre su cama, boca arriba, con un arma en su mano derecha cerca de la cabeza”, y añadieron que la vivienda “se hallaba en perfecto orden”.

En esa causa, al declarar como testigo, Rodolfo Pachelo dijo que su sobrino Nicolás y su entonces esposa, Inés Dávalos Cornejo, vivían entonces con Roberto y que el día que éste supuestamente se suicidó ellos “dijeron no haber escuchado nada”.

En su declaración testimonial, el propio hermano de Pachelo padre recordó que Nicolás lo había llamado para avisarle que había intentado despertar a su padre pero que no lo había logrado porque estaba encerrado en su habilitación, lo que le resultó “extraño”.

Además, indicó que en la ventana de la habitación donde fue hallada la víctima se encontraba abierta y el mosquitero colocado, pero aclaró que pudo haber sido extraído sin necesidad de forzarlo.

También recordó que un mes antes Nicolás había tenido un episodio violento en las oficinas de su padre, a quien intentó agredir mientras gritaba “lo voy a matar”.

Otra prueba que los fiscales mencionaron contra Pachelo es el testimonio aportado por un empleado de la tosquera de Roberto, quien aseguró que Nicolás “no tenía ningún sentimiento” hacia su padre y que lo vio dispararle a unas fotos que tenía con su imagen.

También enumeraron nueva prueba producida durante el transcurso de las 22 audiencias del juicio por el homicidio de María Marta García Belsunce y una serie de robos a barrios privados de zona norte.

Una de ellas es la declaración de Maggi, el dueño de una concesionaria con el que Pachelo tuvo un altercado, quien aseguró que éste le había dicho una vez, mientras rompía los vidrios de su comercio: “Si tuve los huevos de matar a mi padre, imaginate que matarte a vos o a tu vieja no significa nada”.

Otro testimonio fue el de Barbará, viuda de Pachelo padre, quien mencionó la mala relación de Roberto con Nicolás y recordó que, al llegar, su suegro el día de la muerte de su hijo dijo “me lo mató este hijo de puta”, en referencia a su nieto.