En poco más de una semana, se cumplirá un nuevo aniversario de la desaparición y muerte de Yanina. Su madre solo pide que la justicia tome cartas en el asunto y resuelva su caso.
Han pasado ocho años desde que Yanina Lovera (19) fue brutalmente asesinada y aún no hay justicia para su familia que reclama que la causa se retome, que continúen las investigaciones y que, de una vez, se sepa quién le quitó la vida a Yanina.
La joven salió de su hogar el 14 de mayo de 2011 cerca de las 22.30 para ir a una fiesta en donde se encontraría con un chico que estaba conociendo. Su madre, Cristina, la llamó 30 minutos después de su salida, sin éxito.
El domingo, a primera hora, quisieron realizar la denuncia pero les fue denegada. El martes 17 de mayo, el cuerpo sin vida de Yanina fue encontrado en un pastizal de Almirante Irizar.
Ocho años después, el remisero con quien Yanina se encontraría estuvo preso por violación (2012), pero la investigación por el homicidio de Lovera, no avanza.
“Van a hacer ocho años del femicidio de Yani y todavía no hay justicia. No trabajaron, pasaron de mano en mano entre fiscales (la causa) y nadie hizo nada. El remisero está preso por otras causas. Nunca siguieron la investigación en la causa de mi hija”, contó Cristina, madre de Yanina Lovera, a
Diario Resumen.
Quiero que no se olviden porque acá en Pilar la gente se olvida, la justicia se olvida”
Con la determinación, la fuerza pero también la tristeza en su voz de estos años de lucha, Cristina relató el momento de la libertad del el remisero con quien Yanina se encontraría, en 2011: “le dieron el celular, las zapatillas. Esas cosas tendrían que haber quedado para el peritaje y en mi cara, la fiscal María Inés Domínguez me dijo que él no tenía nada que ver, cuando no había empezado a investigar”.
Cristina contó que cuando quería conocer los avances de la causa “la fiscal Domínguez se me reía en la cara”. “Me mandó a ver una bruja para que me cuente la verdad de dónde estaba mi hija. Nunca tuvo intenciones de trabajar y sacar adelante la investigación”, contó.
Como en todos los casos de femicidios, Cristina afirma que su hija fue juzgada tras su muerte: “a las víctimas le echan barro encima. De mi hija se dijeron muchas cosas, pero yo a ella la conocí y sé que no tomaba, no fumaba, no salía y justo el día que quiso salir, le pasó esto”.
“Lo que más quiero es justicia. La intuición de madre te dice a los gritos que pasó, sé quién es, pero si la justicia no trabaja qué podemos esperar. Sinceramente, creo que por cómo estaba roto el automóvil, fue él, con otro más. Tuvo la desfachatez de ayudar a buscar, pero estaba siempre nervioso”, recalcó Cristina.
“Si la justicia del hombre, no hace nada, la justicia de Dios llega y cuando lo hace, golpea fuerte. Quiero que no se olviden porque acá en Pilar la gente se olvida, la justicia se olvida”, concluyó Cristina.
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