Los allanamientos realizados en la lujosa mansión ubicada en Villa Rosa, continúan arrojando elementos que profundizan la investigación judicial en torno a Pablo Toviggino, tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino y hombre de extrema confianza de Claudio "Chiqui" Tapia. En esta oportunidad, la aparición de varias cédulas azules permitió establecer que familiares directos del dirigente estaban formalmente autorizados a conducir algunos de los autos de lujo encontrados en el lugar.

Según la documentación exhibida por el canal TN, una de las cédulas habilita a Máximo Augusto Toviggino, hijo del dirigente, a manejar un Porsche 718 Cayman S y también un Porsche Macan S. Otra autorización, emitida por la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor, permite a María Julia Del Castillo Orellana, esposa de Toviggino, conducir el Porsche Macan S.

De acuerdo a los registros oficiales, el Porsche Macan S figura a nombre de Bori SRL, una empresa con sede en Santiago del Estero que tuvo como directivos tanto a la esposa como a los hijos de Toviggino, antes de que el hermano del dirigente apareciera incorporado en la documentación societaria. El Porsche Cayman, por su parte, está inscripto a nombre de HT SRL, firma en la que hasta 2019 Pablo Toviggino figuró como gerente y que en 2024 adquirió Bori SRL, repitiendo apellidos familiares dentro de su directorio.

Estos documentos fueron hallados durante los allanamientos ordenados inicialmente por el juez federal Daniel Rafecas, antes de ser apartado de la causa. Las cédulas se suman a otros elementos que refuerzan el vínculo entre el dirigente y la mansión con helipuerto y caballeriza que es investigada tras una denuncia presentada por la Coalición Cívica.

La Justicia pone la lupa sobre el helipuerto

El juez Marcelo Aguinsky requirió a la Administración Nacional de Aviación Civil el listado de pilotos que operaron desde el helipuerto emplazado en la quinta de Villa Rosa desde el inicio de su funcionamiento hasta la actualidad.

La decisión judicial se tomó luego de que la ANAC confirmara que el helipuerto cuenta con autorización para operar, aunque aclaró que el registro de aterrizajes y despegues no se encuentra en sus archivos. Según explicaron fuentes del caso, ese control debe ser llevado por el responsable de la utilización del helipuerto en el propio lugar, a través de un libro de operaciones obligatorio.

Sin embargo, durante los allanamientos realizados en la propiedad, ese registro no fue hallado ni secuestrado, lo que abrió nuevos interrogantes para los investigadores. Ante esa ausencia, el pedido de información a la ANAC busca obtener datos indirectos que permitan reconstruir quiénes hicieron uso efectivo de la instalación aérea.