La llegada de fin de año y la suba de la temperatura siempre ha sido un escenario próspero para reuniones y fiestas entre chicos, adolescentes y adultos. La idea es celebrar tanto el año que se va como el que llegará, rodeado de amigos, familia, compañeros de trabajo.
Esta época siempre ha hecho que los controles deban agudizarse para prevenir fiestas clandestinas, menores en boliches o bares, el consumo de alcohol y disturbios en la vía pública y que los vecinos estén más alertas de lo que ocurre en el barrio.
Con la llegada del coronavirus al país a principios de este año la normalidad cambió y ahora, a los controles usuales de la nocturnidad y festejos, se han sumado los controles necesarios para cuidar la salud de la población evitando la propagación del virus.
A la sociedad, sin embargo, ni siquiera una pandemia la ha frenado y cada vez son más las fiestas clandestinas que se realizan y nuestro distrito ha sido un punto clave, durante la cuarentena y los meses por venir.
En la localidad de Del Viso el pasado domingo, sin ir más lejos, el personal de la Comisaría Pilar 3° se hizo presente en una vivienda ubicada en Sócrates y Labarden, en donde se estaba llevando adelante una fiesta clandestina con más de 100 personas.
“Era una fiesta que no estaba permitida. Pude ver que eran dos salidas, la policía estaba en una. Adentro de la quinta había más de 100 personas, más todos los que estaban yéndose”, explicó Diego, un vecino, a Diario Resumen.
La policía, de hecho, llegó al lugar al ver la gran cantidad de automóviles que se encontraban estacionados cerca de las 14 del domingo: “la policía se acercó por la cantidad de autos que había, eran más de 50 estacionados ahí”.
“Era una fiesta a plena luz del día, a la tarde, al lado de la avenida”, destacó y mencionó que esto está pasando normalmente “en todos lados”. “Hay fiestas en todos lados, de noche, de día. Sobre todo los fines de semana, nunca se respetó en Pilar. Cero barbijos, cero distanciamiento había. La policía está desbordada, no dan abasto con los jóvenes”, amplió.
El problema, además, es que no siempre son jóvenes del distrito y se cree que es a través de redes sociales que estos eventos se anuncian y masifican. “Esto no para, y no quiero imaginarme lo que nos va a pasar si llegamos a la segunda ola. Es un futuro complicado sino. La gente ya se olvidó, en este caso no todos eran chicos, había de 18 o 19 años pero también gente grande”, dijo.
“Pilar va a explotar en verano, hay una economía importante. La mitad de la gente que viene, que tiene casa en Pilar está bien económicamente pero no respetan. Dios quiera que esto mejore, que haya controles porque si no, nos vamos a contagiar todos”, cerró Diego.
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