Jueves 21 de Noviembre de 2024

La familia de Roberto Wolfenson criticó a médico policial

El abogado Tomás Farini Duggan señaló que "nadie que ve esa escena pensaría que esa muerte se produjo por un infarto". La viuda denunció el faltante de un parlante mientras el fiscal pidió el secuestro de dos computadoras.


  • Jueves 29 de Febrero de 2024
Roberto Wolfenson

La familia de Roberto Eduardo Wolfenson, el ingeniero jubilado asesinado en un country de Pilar, ha expresado fuertes críticas hacia la conclusión inicial de la causa de muerte por parte del primer médico policial que inspeccionó la escena del crimen. Este hecho, que ha suscitado una serie de cuestionamientos sobre la adecuada conducción de la investigación, se suma a la complejidad de un caso que ha conmocionado a la comunidad.

El abogado que representa a los hijos de Wolfenson, Tomás Farini Duggan, ha sido enfático al señalar que "nadie que ve esa escena pensaría que esa muerte se produjo por un infarto". Esta declaración, respaldada por la observación de las lesiones y la gran cantidad de sangre presente en la escena, plantea serias dudas sobre la precisión del dictamen médico inicial, el cual concluyó que la causa de muerte fue un infarto.

El médico de la Policía Científica de San Isidro, Marcelo Rodrigué, fue el encargado de realizar la primera evaluación del cuerpo de Wolfenson en la escena del crimen. Su determinación de un infarto como causa de muerte ha sido objeto de críticas por parte de la familia y del abogado Farini Duggan, quien considera que dicha conclusión contribuyó a la falta de preservación adecuada del lugar del hecho.

Farini Duggan ha argumentado que, basándose en las condiciones encontradas en la escena, el médico policial debería haber considerado la posibilidad de una muerte de origen violento y haber actuado en consecuencia para asegurar la recolección adecuada de pruebas y la preservación del sitio.

Además de la crítica al primer dictamen médico, la familia Wolfenson ha señalado otros elementos que generan interrogantes en torno al caso. La desaparición del celular de la víctima y la ausencia de un parlante, observada por la viuda del ingeniero, han sido mencionadas como parte de una serie de inconsistencias que requieren una atención especial por parte de los investigadores.

Por otro lado, los avances en la investigación también han revelado nuevos elementos que podrían arrojar luz sobre el caso. El fiscal a cargo de la causa, Germán Camafreita, ordenó el secuestro de dos computadoras pertenecientes a Wolfenson, con el objetivo de analizar posibles pistas que puedan contribuir a esclarecer el crimen.

Estos avances se suman a otras acciones emprendidas por las autoridades, como el envío de muestras de ADN obtenidas de las uñas de la víctima y la evaluación de otras lesiones que sugieren un forcejeo entre Wolfenson y su agresor.

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