Jueves 21 de Noviembre de 2024

La familia de la menor violada y asesinada por su tío, pide justicia: “que pague”


  • Lunes 11 de Noviembre de 2019
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  Brisa, de 13 años, fue violada y estrangulada por Matías Méndez, su tío. El hombre, activo en la búsqueda de la menor, fue detenido el viernes. El cuerpo de Brisa, estaba enterrado en su patio. Brisa Méndez, de 13 años, fue violada y asesinada por su tío Matías Méndez una hora y media después de que la menor fuera vista por última vez. Brisa había salido de su hogar en Presidente Derqui el miércoles a las 15.30 cuando había ido a comprar a un kiosco del barrio. Al no volver, su familia realizó la denuncia en el Destacamento de Monterrey y el viernes cerca de las 18 la menor fue encontrada enterrada en la vivienda de su tío. La autopsia reveló que Brisa fue abusada sexualmente y su muerte fue por asfixia con la modalidad estrangulamiento y sofocación, es decir que el asesino la ahorcó con sus manos y le tapó la boca y la nariz a la víctima. La necropsia, estima que Brisa fue asesinada a las 17 y fue enterrada de forma inmediata. La adolescente estaba envuelta en una sábana, su cuerpo desnudo de la cintura para abajo pero cubierto en el torso. Además, tenía un golpe en el rostro, signos de defensa y ataduras en los tobillos (post-mortem). La investigación estuvo a cargo de la UFI de Delitos Conexos a la Trata de Personas, del Dr. Gonzalo Acosta quien entre todos los pedidos, había solicitado información a la red social sobre un último mensaje de Brisa hacia su familia. El jueves a las 12.08 la abuela de la menor recibió un mensaje que rezaba “estoy lejos, no voy a volver, papá no me quiere, me hace cosas”. Brisa no poseía chip y solo podía utilizar redes con wifi. Acosta solicitó la información y Facebook el viernes a las 14 detalló que el mensaje se había transmitido desde un domicilio en Iparaguirre al 700.  En el lugar, había un complejo de tres viviendas una de ellas, del asesino. Vanesa, mamá de la víctima, contó a los medios que su hermano “es un cínico” y pidió justicia. “Estuvo a la par, salió a rastrillar. El cínico mandaba mensajes a mi mamá y a mi hermana, diciendo que el padre le hacía cosas y era él, que ya había terminado con la vida de mi nena, desde el teléfono de ella”, dijo a Pilar de Todos. “No aparecía por ningún lado. La policía rastrilló la casa, el patio. En el fondo había una pila de tierra, una caja con juguetes de su hija de 4 años. Entre medio, una planta de marihuana crecida. A la madrugada pidió una pala a mi hermana para sacarla, pero no, era el cuerpo de mi hija”, agregó Vanesa entre lágrimas. El asesino fue detenido en barrio Toro, horas después. “Se entregó, dijo que era él. Lo único que pido es que no lo hagan pasar por loco, que pague como tiene que pagar”, cerró Vanesa.

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