La víctima iba a trabajar, pero fue abordada y golpeada en el cráneo. Pasó por el Sanguinetti y fue derivada a Capital Federal. Su hijo, Lucas, aseguró que hubo mala atención en el nosocomio local.
El sábado por la mañana Viviana Giannini salía de su vivienda para irse a trabajar cuando, a las 8, fue atacada brutalmente por un delincuente. El hecho ocurrió en la esquina de la calle Francisco Lauría y Martitegui.
Viviana, madre de tres hijos, fue primero trasladada al Hospital Sanguinetti en donde su familia asegura no fue atendida correctamente. Luego, gracias a su obra social fue enviada al Sanatorio Dupuytren, en Capital Federal.
Lucas, su hijo mayor, dialogó con Diario Resumen y contó con detalles lo que le ocurrió durante aquella mañana a su madre y aseguró que se encuentra en mejor estado de salud. “El sábado a la mañana, yo me estaba yendo a trabajar y ella sale media hora antes que yo. Cuando estaba por salir, me llama, pidiéndome que la busque, que le habían querido robar y estaba en la calle tirada, que le habían pegado y estaba por perder el conocimiento”, explicó el joven a este medio.
Antes de llegar, la policía se comunicó con él y le informó que su madre estaba siendo derivada al Sanguinetti por lo que, sin perder tiempo, fue al nosocomio: “llegué yo antes, la llevaron en un patrullero”.
“En el hospital, malísimo. Fui a hablar con el doctor, tenía el ojo desviado del lado del golpe. La suturaron así nomás, le hicieron rayos. Cuando en sí, tendrían que hacerle una tomografía pero solo querían tomarle la presión y mandarla a casa. Cuando dijimos que teníamos obra social, hicieron todos los estudios. Es un hospital público que funciona como privado”, se quejó el joven.
La mujer logró contarle a su hijo que, mientras caminaba “la quisieron agarrar por atrás y le pegaron”. “Ella no sabe si fue un caño, un hierro, un cascote, apenas le pegaron ella cayó al piso, perdió una gran cantidad de sangre, creen que se perforó una arteria”.
A pesar del intento del delincuente por llevarse la mochila, Lucas aseguró que no le faltó nada a su madre pero continúan buscando a los responsables del ataque: “cuando vio que mi mamá cayó ante el golpe, salió corriendo. Podrían ser unos chicos que, ese día, pasaban cinco con un caño según los vecinos, que venían desde los monoblocks”.
Este edificio está ubicado sobre la calle Mendoza, a unas cuadras del lugar del ataque y posee cámaras por lo que, ya fueron solicitadas por la policía. “A la tarde seguro ya va a estar en casa, está bien ahora pero los golpes en la cabeza hace que hasta dentro de un tiempo, no sepamos si habrá consecuencias. Fue todo por una mochila, qué podían robarle, el hospital un desastre pero por suerte, ella está bien”, concluyó.
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