Soldaron una puerta-reja que comunica al SUM y otras dependencias del edificio escolar que no cuentan con alarmas. El acceso quedará blindado hasta el inicio del ciclo lectivo. Desde la cooperadora solicitaron a la empresa de vigilancia que coloque una cámara en el lugar.
Luego de los robos y actos vandálicos sufridos los días 5 y 6 de enero pasados, los responsables de la Cooperadora de la Escuela Nº 24 “Luis Piedrabuena” de la localidad de Luis Lagomarsino, ubicada sobre Ruta 26 y la calle Belliera, en el límite de los barrios Santa Teresa y Santa Brígida, tomaron una drástica medida a fin de desalentar la entrada de ladrones al edificio escolar.
Literalmente se soldó la puerta-reja que comunica desde el patio interior al salón de usos múltiples y otras dependencias del establecimiento. “Es el lugar más vulnerable de la escuela ya que ese sector no cuenta con alarma”, comentó Luis Díaz, presidente de la Asociación Cooperadora en el programa “La Mañana de Resumen” de FM Del Sol (91.5).
"Hicimos el pedido a la empresa de seguridad que nos provee el servicio de alarmas, pero desestimaron su colocación ya que aducen que el lugar no es apropiado ya que cualquier animal que se cruce con el lente produciría que se dispare la alarma y promueva más de una falsa alarma”, contó.
Ante tal disyuntiva, los cooperadores solicitaron se coloque otro sistema de seguridad como por ejemplo cámaras. “De alguna manera tenemos que solucionar este problema. Ahora no hay mayores inconvenientes en dejar blindada la puerta, pero cuando empiecen las clases, tenemos que abrirla porque es un acceso obligado al interior”, explicó Díaz.
Contacto directo con la Policía
Durante la entrevista radial, Luis Díaz se manifestó disconforme con la actuación del destacamento del barrio Santa Teresa, ya que dijo “nunca concurrió cuando los llamamos”. Por el contrario el presidente de la Cooperadora está satisfecho con el accionar del Comando de Patrulla Comunitaria (CPC).
“Después del robo del 5 de enero, conseguimos los números de teléfono y handy del CPC. Al día siguiente los tuvimos que utilizar porque nos entraron de nuevo a la escuela. Por suerte se accionó la alarma y un vecino me avisó enseguida, ya que vivo a cinco cuadras de la escuela. Inmediatamente me puse en contacto con el CPC y a los 10 minutos había un móvil policial en la escuela”, relató Díaz.
“Creo que esta rápida intervención motivó que los ladrones solo pudieran llevarse dos ventiladores y una computadora. Ahora apuntamos a la prevención, por eso desde la cooperadora hablamos con cada uno de los vecinos más cercanos al edificio escolar para que ante el menor movimiento extraño o ruido que escuchen se comuniquen conmigo, para que pueda comunicarme al instante con el Comando de Patrulla y de esa manera llegar a tiempo para agarrar a los ladrones con las manos en la masa”, concluyó Díaz.
Dejar un comentario