Los casos de estafas van en aumento. Desde compras a través de internet, llamados telefónicos de presuntas entidades bancarias hasta ventas de terrenos que se realizaron de manera fraudulenta. En los últimos tiempos, una nueva maniobra delictiva se ha comenzado a registrar en Pilar: la falsa oferta de alquileres.
Es que en medio de la demanda habitacional que se suma a la necesidad de encontrar un lugar donde los requisitos no sean desmedidos y sea económico, los delincuentes han encontrado un nuevo nicho para realizar las estafas.
¿Cómo es el modus operandi? En primer lugar, quienes se dedican a estas estafas navegan las redes para encontrar fotografías de departamentos o casas que sí se encuentran en alquiler y sustraen todos los datos: dirección, comodidades, requisitos para alquiler. Otras veces, simplemente ofrecen sitios que ni siquiera están disponibles.
Luego ingresan en redes sociales, sobre todo en Facebook, y en los grupos que se dedican a solicitar y ofrecer sitios bajo la modalidad de “dueño directo” (es decir, sin intervención de inmobiliarias), utilizando un perfil falso dejan sus datos para que quienes estén interesados, los contacten.
Una vez que las personas se comunican a través de WhatsApp, les ofrecen alquileres en distintas zonas y aquí se encuentra la trampa: los interesados no pueden ver el lugar hasta tanto lo reserven, con una especie de “seña”, a través de una transferencia bancaria.
Tras el depósito del dinero, los supuestos dueños desaparecen, no respondiendo más el teléfono. A la hora de la siguiente estafa, modifican usuarios de redes y regresan, con el mismo modus operandi.
Resumen se comunicó con una vecina que, en las últimas semanas, fue testigo de dos casos similares. En ambas ocasiones dos jóvenes se acercaron para consultar si los departamentos en donde vive, ubicados en el centro de Pilar, se encontraban en alquiler, ya que los habían ofrecido en redes. “Lo cierto es que ninguno de los departamentos está disponible. El último que lo estuvo, de hecho, está ocupado hace más de año y medio. Uno de los jóvenes se acercó a preguntar previo a depositar el dinero, pero otro ya había realizado la transferencia. Los nombres de los supuestos propietarios no coincidían con la realidad y quien le había pedido el dinero ya no le respondía el teléfono”, relató a nuestro medio.
En las redes los vecinos se advierten unos a otros para evitar nuevas estafas. “No señen, ni hagan transferencias sin antes ver la casa. Te mandan fotos del lugar, ubicación y todo. ¡Pero antes te piden señarla! Es una estafa. Cuidado”, advertía Ruth.
Además, afirman que logran convencer a los vecinos de depositar dinero asegurando que “tienen mucha gente interesada, para así presionarte”.
Desde Resumen, por último, nos comunicamos con las autoridades policiales para conocer si existían de denuncias formales y, por el momento, no se ha registrado ninguna.
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