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El juez federal Ariel Lijo, en línea con el pedido realizado por la Fiscalía Federal N°4 de la Ciudad de Buenos Aires, elevó a juicio oral la causa que investiga a la Escuela de Yoga de Buenos Aires que operaba en el barrio de Villa Crespo.
En esta causa hay 17 personas procesadas por los delitos de asociación ilícita, trata de personas con fines de explotación sexual y lavado de activos.
La investigación determinó que Juan Percowicz sería el jefe de esta organización mientras que Susana María Barneix, Marcela Alejandra Sorkin, Susana Mendelievich, Gustavo Aníbal Rena, Mario Alberto Leonardo, María Del Carmen Giorgi, Georgina Ivonne Hirschfeld, Marcela Arguello, Daniel Gustavo Fryd Trepat, Daniel Eloy Aguilar, Luis Mario Romero, Alicia Arata, Horacio Sebastián Vesce, Silvia Herrero, Federico David Sisrro y Ruth Viviana London serían miembros.
La organización habría funcionado al menos desde 2004 hasta el 12 de agosto de 2022, cuando se realizaron una serie de allanamientos, muchos de ellos en countries de Pilar.
Recientemente, la Justicia rechazó las solicitudes de sobreseimiento y la nulidad de las imputaciones presentadas por la defensa de los acusados y, a raíz de una solicitud del fiscal federal Carlos Stornelli y la fiscal federal de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), se ordenó la clausura parcial de la investigación.
El magistrado fundamentó su decisión a través de una resolución en la que reiteró las imputaciones contra los investigados por “haber formado parte de una organización delictiva con rasgos de secta de naturaleza espiritual”.
Según la resolución, esta asociación “captaba personas mediante engaños o aprovechamiento de su situación de vulnerabilidad”.
Asimismo, el escrito judicial tal y como indicó Télam, planteó que el objetivo detrás de esta institución era explotar a sus miembros, obtener un beneficio económico y construir un culto alrededor de su líder. Además, apuntó que se buscaba “promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en los Estados Unidos de América”.
Días después de la elevación a juicio, sin embargo, una mujer considerada por el Poder Judicial “víctima” presentó un escrito ante el juez Lijo en el que negó esa calificación y desmintió haber sido obligada a tener sexo con el empresario jujeño Carlos Blaquier, quien era presuntamente cliente “VIP” de la secta.
“Jamás mantuve relaciones íntimas con Carlos Pedro Blaquier. La mente retorcida que escribió lo antes transcripto será quien tendrá que demostrar lo contrario. Y no podrá demostrarlo, porque jamás sucedió”, sostiene la nota.
La mujer dijo: “Que quede entonces también claro: Mi vida sexual sólo a mí me concierne. Jamás nadie en la EYBA me utilizó, ofreció, obligó o indujo a nada”. “Según la presente causa yo fui captada por la EYBA con fines de explotación sexual, pero eso es sólo un relato, pues no surge de ninguna prueba”, explicó la mujer.
Recordó, además, que esa misma situación ya había sido resuelta por el Poder Judicial hace más de dos décadas. “Sobre una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada que determina: mí no captación, mi no cerebro lavado y mi libre adhesión a la EYBA, pretende la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) pasar por encima para plantear, más de 20 años después, mi captación apoyándose en el relato de captación del denunciante Pablo Gastón Salum, quien ni siquiera me nombra”, indicó en el escrito.
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