Exaltación de la Cruz se convirtió, este martes, en el origen de una noticia que rápidamente recorrió todo el país. Pasadas las 5 de la mañana, los alumnos de la Escuela N°16 del Paraje Etchegoyen emprendieron el esperado viaje de egresados con destino a Cariló. El micro contratado pertenecía a la empresa Plusmar y se presentó en la institución para iniciar allí el recorrido, que luego sumaría estudiantes de otros puntos.

El primer tramo del viaje transcurrió sin sobresaltos hasta la parada programada en Escobar, donde subieron más grupos de alumnos. Minutos más tarde, ya en Munro, otro de los puntos de ascenso, comenzó a gestarse la situación que terminaría por interrumpir el viaje.

Allí, algunos padres manifestaron sospechas y solicitaron que se realizara un control al conductor del micro. "Los menores ya estaban dentro del vehículo y en el viaje se hizo el pedido", contó una madre en diálogo con TN, señalando que la inquietud surgió a partir de comportamientos que les resultaron llamativos. Las versiones coinciden en que el chofer se resistió a hacerse la prueba en varias oportunidades, lo que obligó a la intervención policial.

Cuando finalmente pudo realizarse el narcotest, la confirmación desató el conflicto. El conductor había dado positivo para cocaína y marihuana, aunque el test de alcoholemia arrojó resultado negativo. Según relataron presentes, tras la noticia se produjo un episodio de violencia en el que algunos padres golpearon al chofer, que debió ser retirado escoltado por los efectivos policiales. A pesar de la gravedad de los resultados, las familias aseguraron que no lograron radicar una denuncia formal y que el conductor conservó su licencia. "Lo vinieron a buscar de la empresa y se fue manejando", denunciaron.

"Fuimos a la Fiscalía de San Martín y me dijeron que tenía que ir a otro lado. Fui a Florida y tampoco me la quisieron tomar. Y ahora vinimos a tránsito a ver si puedo dejar registrado el hecho. El chofer iba esquivando controles y venía manejando", relató otro de los padres.

Con el viaje ya completamente detenido, la empresa responsable del paquete estudiantil, Lake Travel, solicitó el envío de un reemplazo. Sin embargo, cuando arribó el segundo chofer, el control correspondiente reveló que no tenía las horas de descanso exigidas para poder conducir. Hubo que esperar un tercer conductor, que recién llegó pasado el mediodía.

Solo entonces, tras horas de incertidumbre y después de que todo comenzara en una escuela rural de Exaltación de la Cruz, los estudiantes finalmente pudieron retomar el recorrido hacia Cariló, con el deseo de dejar atrás un episodio que marcó para siempre el inicio de su viaje de egresados.