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Un hombre de 31 años fue brutalmente asesinado el pasado domingo en la localidad de Zelaya y por estas horas, los investigadores intentan dar con los responsables del hecho. Todo comenzó, según fue informado a Diario Resumen, con un llamado al 911 que alertó sobre un robo en el que una persona había resultado herida con arma de fuego, en una propiedad de la calle Basabe al 2400.
El personal policial de la SUB DDI de Pilar junto con el GTO y del Destacamento de Zelaya, entonces, se dirigieron rápidamente al lugar en donde pudieron entrevistarse con una mujer de 31 años quien les relató que “se encontraba en el interior del predio junto a su novio, descargando juegos de la camioneta” cuando fueron sorprendidos por “cuatro masculinos armados utilizando uno un chaleco similar a los usados por las fuerzas de seguridad”, detallaron las fuentes consultadas por nuestro medio.
En ese momento fueron trasladados hacia el interior de la vivienda quedando ella en la planta baja y su pareja, en la planta alta. Sin embargo, el hombre se arrojó “desde el balcón al suelo, siendo perseguido por dos malvivientes quienes, sin mediar palabra, le efectuaron un disparo”. Tras dispararle al hombre, acción que le quitó la vida, los cuatro malvivientes emprendieron la fuga a bordo de un Toyota Corolla color gris.
Continuando con las entrevistas en la propiedad, el personal policial descubrió que la relación entre la víctima y la mujer era una relación extramatrimonial y que, además, en la propiedad se encontraban otras dos personas al momento del incidente: el hermano de la propietaria, de 24 años, y la pareja de éste, de 19. Las declaraciones permitieron saber que se encontraba viviendo con su hermana “desde hace tres semanas” y que su novia solo concurre los fines de semana.
En la primera inspección, las víctimas no constataron ningún faltante por lo que una de las primeras hipótesis del homicidio fue que se trataba de un ajuste de cuentas. El fiscal a cargo, el Dr. Gonzalo Agüero de la UFI N°4, solicitó un allanamiento en la propiedad donde ocurrió el crimen, incautando allí una pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros con numeración suprimida, con tres cargadores, 126 proyectiles intactos calibre 9 mm, un revólver calibre 38 corto marca Smith & Wesson, 24 proyectiles calibre 38 corto, 32 proyectiles calibre 22, cuatro cartuchos calibre 12/70; dos chapas patentes que no poseen impedimentos al momento; ocho teléfonos celulares; una tablet Samsung y la camioneta Amarok de la víctima.
La trama continúo complicándose cuando la abogada del hombre fallecido se presentó en el Destacamento de Zelaya, y brindó la identidad del hombre: si bien en la escena habría sido identificado como Matías Alejandro Meza, su verdadera identidad era Fabián Ignacio Arévalo, oriundo de San Martín.
La víctima, de hecho, contaba con causas penales en su contra por tenencia y portación ilegal de armas, encubrimiento y robo.
En ese momento, también se acercó al destacamento un hombre de 47 años quien comenzó a brindar diversas declaraciones de cómo se habría enterado del homicidio, por lo que el fiscal ante la sospecha procedió a pedir su detención bajo la carátula de “encubrimiento” y está investigando activamente la participación en el hecho.
Además, el fiscal ordenó la detención de la pareja de la víctima, por “tenencia ilegal de arma de guerra, tenencia ilegal de ama de uso civil”. Las cámaras ya han sido solicitadas y se continúan con la búsqueda de testimonios, para determinar lo ocurrido y los autores del homicidio.
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