La madrugada de este martes se convirtió en el cierre de una intensa persecución que terminó en Parque Sakura, donde efectivos de Gendarmería Nacional lograron capturar a Brian Bilbao (47), sindicado como uno de los líderes de una organización transnacional dedicada al tráfico de drogas. El operativo se desplegó luego de que una avioneta cargada con 400 kilos de cocaína aterrizara en la zona de Pergamino, marcando el punto de partida de una investigación que venía desarrollándose desde hace meses.

Bilbao, quien permanecía prófugo desde hacía dos años, fue interceptado cuando intentaba escapar en una camioneta que huía por un camino rural detrás de la estación YPF sobre Ruta 8, trayecto que conecta con el barrio Parque Sakura. La huida finalizó en un callejón sin salida, donde los agentes lograron detener a dos hombres. Uno de ellos no portaba documentación, pero minutos después fue identificado como el fugitivo santafesino más buscado.

Durante el procedimiento, efectivos de la Policía de Exaltación de la Cruz prestaron colaboración en las tareas de apoyo logístico, control de tránsito y resguardo perimetral, dado el nivel de peligrosidad del operativo. Las fuerzas federales y locales trabajaron de manera conjunta para asegurar la zona y evitar incidentes.

Sobre Bilbao pesaba una recompensa de 50 millones de pesos, ofrecida por el Gobierno de Santa Fe, en el marco de la causa que investiga una red criminal con conexiones internacionales. Su nombre figuraba en los listados de los prófugos más buscados del país, y su caída representa un golpe significativo al narcotráfico.

El ahora detenido habría mantenido vínculos con su hermano, Waldo Bilbao, también arrestado meses atrás en un departamento del barrio Martin, en Rosario, durante un operativo de inteligencia realizado por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y la Policía santafesina.

Con esta detención, las autoridades destacaron la coordinación entre distintas jurisdicciones y el trabajo conjunto entre fuerzas federales y locales. El caso quedó bajo investigación de la UFI y J de Exaltación de la Cruz, a cargo del doctor Juan Manuel Esperante, quien dispuso las actuaciones de rigor.

El operativo en territorio exaltacrucense no solo cerró una persecución de alto riesgo, sino que además dejó al descubierto la compleja red de movimientos que mantenía uno de los fugitivos más peligrosos del país. La caída de Bilbao, según fuentes judiciales, marca un avance importante en la lucha contra el narcotráfico y el desmantelamiento de estructuras criminales con presencia en varias provincias.