La mujer, de 60 años, fue encontrada en su hogar el pasado 13 de febrero. La principal sospechosa era su ex nuera, quien había amenazado a la familia. Investigan si hubo más participantes.
El pasado jueves 13 de febrero, Lucía Comelli de 60 años, fue encontrada sin vida dentro de su domicilio del barrio Toro. En la vivienda, ubicada en Río Limay al 109, fue uno de los hijos quien la encontró, pasadas las 18, tras no haber podido comunicarse con su madre en todo el día.
La víctima recibió diversos cortes, puñaladas, descargas eléctricas y más. El cuerpo fue hallado “bañado en sangre, envuelta en una especie de frazada y en nylon”, habían explicado las autoridades policiales a Diario Resumen. Asimismo, habían confirmado que tenían a la sospechosa en la mira: la ex mujer del hijo de la víctima.
“Se busca a una mujer, la ex pareja del hijo que vivía con ella. En principio es ella, pero no descartamos que hayan participado otras personas a pesar de que ella es la principal sospechosa”, informaron desde la policía a Resumen a pocos días del crimen y explicaron que el motivo del mismo era “un resentimiento a su ex y su familia”.
La mujer había amenazado de muerte a su ex pareja y a la madre de éste y los efectivos policiales tenían las pruebas: audios de WhatsApp donde la mujer afirmaba que los lastimaría. Sin embargo, la sospechosa estuvo prófuga por dos semanas y finalmente, fue detenida el fin de semana.
Cerca de las 14.30 del sábado, el personal de la Sub DDI de Pilar, la Jefatura Distrital y la Comisaría Nº 2 de Derqui interceptaron a la sospechosa en las inmediaciones de la estación del ferrocarril San Martín en Pilar Centro, una mujer de 45 años.
La detenida está acusada de ser la responsable de torturar y asesinar a Comelli, su ex suegra y fue a través de diversas escuchas telefónicas que se pudo determinar que ésta se encontraba en las inmediaciones de la estación. Con un operativo encubierto, lograron divisarla y detenerla.
La causa por homicidio está siendo llevada adelante por la UFI Nº 2 de la Dra. Valeria Oyola, quien deberá comprobar si, en efecto la mujer asesinó a su ex suegra y, de ser culpable, si hubo otros implicados en el crimen.
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