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El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de San Isidro condenó a Félix Cuenca Machuca a 16 años de prisión al haberlo encontrado culpable de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser cometido contra un menor de 18 años, aprovechándose de la relación de convivencia preexistente y abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido contra un menor de 18 años, aprovechándose de la situación de convivencia preexistente”.
El fallo, al que accedió Resumen y lleva la firma de los jueces Sebastián Hipólito Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, establece que los abusos hacia la víctima, de 10 años en aquel momento, comenzaron en julio del 2013 y se extendieron hasta el 2018 cuando la menor cumplió 15 años.
Los abusos, que se daban mediante amenazas, tuvieron lugar en una vivienda de Presidente Derqui en donde la víctima vivía con su madre, su abuela, su tía y la pareja de ésta, que era su abusador. Cuenca Machuca aprovechaba cuando toda la familia iba a trabajar para someter a la menor.
La denuncia fue radicada por la madre de la víctima que en 2019 tras mudarse del hogar encontró en el celular de su hija conversaciones sexuales con Cuenca Machuca, en las que el hombre también la intimidaba. La mujer dialogó con la menor, que le explicó que desde sus 10 años era víctima de los abusos de su tío.
A pesar de no tener el respaldo del resto de la familia, la mujer aseguró durante el juicio que lo que busca “es que se haga justicia”. Además, declaró sentir culpa por no haberse percatado antes de la situación, que incluso llevó a su hija a autolesionarse.
La víctima, tras declarar durante el proceso, también aseguró que lo que busca es “que se haga justicia”.
En el fallo, los jueces indican que la víctima, hoy de 19 años, “se crió al desamparo y bajo el cuidado de una persona mucho más grande que ella, quien, en lugar de resguardarla, la obligó a conocer un mundo oscuro y abusivo en el que "sin consentimiento" fue creciendo”.
“Ella tenía tan solo 10 años cuando este sujeto con 34 años comenzó con su faena criminal, manoseándola primero en sus partes íntimas, hasta accederla carnalmente, extendiéndose este accionar hasta sus 15 años de edad, cuando todo salió a la luz”, añade.
Respecto del condenado indicaron que “la versión exculpatoria ensayada por el justiciable carece completamente de asidero, recayendo en un vano intento de direccionar la realidad de lo acontecido en provecho propio, no logrando en modo alguno desacreditar lo expuesto por los testigos, quienes se expidieron con firmeza, resultando por demás creíbles a ojos de quien suscribe”.
Finalmente, los jueces indicaron que “la contundencia y claridad de aquello expuesto” por la joven víctima “resulta abrumadora”. Para los letrados, en un “relato invadido por la angustia, logró detallar pormenorizadamente los acontecimientos disvaliosos que padeció, indicando quien resultó su ejecutor, nada más ni nada menos, que Cuenca Machuca”.
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