Luis Antonio Ramírez fue detenido en 2017, luego de haber estado prófugo dos años en Corrientes. Se declaró culpable y se canceló el juicio, logrando reducción de su pena.
Luis Antonio Ramírez, de 60 años, fue finalmente condenado a 9 años de prisión por haber violado a su hijastra durante cuatro años en una vivienda de Villa Verde, en donde vivía con la madre de la pequeña.
El abuso comenzó en 2010 cuando la pequeña tenía tan solo 9 años y se prolongó hasta el 2014, cuando cumplió 13 y su madre se separó de él. Marcela, su mamá, no estaba al tanto de lo que le ocurría a su hija cuando ella abandonaba el hogar para trabajar. De hecho, ella se separó tras haber sido víctima de violencia de género y, por temor a que sus hijas fuesen golpeadas, decidió poner un punto final a la relación.
Además, explicó en diálogo con Diario Resumen que su hija que hoy tiene 17 años, le relató lo sucedido al poco tiempo de su separación. “Yo fui a llevarle a nuestra hija en común, de 4 años al momento, para que almuercen. Mi hija mayor pensó que íbamos a volver y ante el miedo, me dijo lo que había pasado. Fui inmediatamente a hacer la denuncia”, dijo.
A fines de 2017 Ramírez fue detenido, ya que se había dado a la fuga hacia la provincia de Corrientes luego de haber sido acusado de “abuso sexual con acceso carnal”. Finalmente, el 22 de septiembre de este año, se dictó una sentencia.
“Teníamos juicio para el 26, pero una semana antes él firmó la condena. Le dieron 9 años de prisión, estoy más tranquila porque se hizo justicia. Creo que fueron pocos años los que le dieron, pero también habrá justicia divina y esa es la peor”, declaró en diálogo con Resumen. Luego, contó que su hija se encuentra bien y “mucho más tranquila ahora que todo terminó”.
Inicialmente, la fiscalía había pedido 11 años de prisión porque la violación estaba agravada por el vínculo, según contó Marcela, pero finalmente al declararse culpable, esta sentencia se redujo. “No llegamos a juicio porque se declaró culpable, se hizo cargo. Sí, me hubiese gustado que tuviese más años pero a una persona que está acostumbrada ser libre, es una eternidad”, explicó Marcela, mamá de la víctima.
En retrospectiva, afirma que le da tranquilidad el no haber llegado al juicio. “No tuve que verle la cara, recordar lo que le hizo a mi hija, lo que me hizo a mí.”. Por último, agradeció a la fiscal del caso, Carolina Carballido Catalayud por haber logrado la condena. “También agradecer al Comisario Godoy, que ayudó a traerlo de Corrientes, al comisario Diego de la DDI, a José Romero de Corrientes y Fabián Carrera de la Comisaria de Astolfi, que hasta el día de hoy, continúa preocupándose por nuestro bienestar”, cerró Marcela.
Dejar un comentario