Un exvigilador del country Carmel declaró el viernes en el tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, donde aseguró que observó reunidos y charlando a Nicolás Pachelo, José Ortiz y Norberto Glennon, los tres imputados por el homicidio de la socióloga, tiempo después del hecho.
Se trata de Diego Rivero, uno de los exempleados de la empresa de seguridad Cazadores que recordó que en una oportunidad vio a los tres acusados de coautores del crimen de María Marta “charlando y riendo”.
“Un día vi que se saludaron los tres, como que se estaban haciendo un chiste y se reían. Fue en la guardia (del country). Se quedaron charlando los tres”, recordó Rivero, al referirse a un encuentro entre los imputados.
El hombre fue uno de los cuatro testigos aportados por la defensa de Pachelo (46) junto a Ramón Acosta, otro exvigilador; los periodistas Pablo Fernández y Carlos Strione, y Federico Tiscornia, amigo del acusado.
Rivero aseguró que comenzó a trabajar la noche anterior al crimen de la socióloga y que su primer destino fue el denominado “Puesto 5”, que estaba especialmente ubicado frente a la vivienda de Pachelo, de quien los vigiladores tenían la orden de modular por el handy cualquier movimiento que éste realizara.
El testigo dijo que llegó al country a las 18.15 y que recién a las 18.45 realizó el relevo con su compañero, de quien no recordó su nombre, y tomó posición en su lugar de trabajo.
“El puesto estaba detrás de un cerco. Si salía con el auto sí se lo podía ver; si salía por el golf, es decir por detrás, no se podía. La puerta de entrada de Pachelo se veía desde el costado”, señaló el testigo.
El hombre sostuvo que durante esa jornada no vio movimientos de Pachelo y que por la noche en la casa del acusado estaba la televisión prendida pero que no observó movimientos internos.
Ante la pregunta de Gustavo Hechem, abogado del particular damnificado Carlos Carrascosa, de que si podría ir desde la casa de Pachelo hasta la de su cliente sin que se lo viera, el testigo afirmó que el lugar es “por el campo de golf”, y aclaró que allí también había una garita de seguridad.
El testigo también dijo que antes de finalizar su jornada laboral, a las 7 de la mañana del lunes, “no hubo ninguna modulación” que vinculara a un movimiento de Pachelo, al igual de lo que declaró Ortiz durante la audiencia anterior, dato que contrasta con los testimonios de dos empleados de una estación de servicio que dicen haber hablado con el exvecino de Carmel a las primeras horas de ese día.
“Pachelo sabía que los vigiladores lo seguían, se escondía entre las casas o apagaba las luces del auto y lo perdíamos”, recordó.
En otro momento de su testimonio, Rivero fue consultado sobre si durante la tarde del 27 de octubre vio los dos vehículos de Pachelo estacionados en su vivienda, un Fiat Siena color rojo y una camioneta gris oscuro.
Si bien en un primer momento negó la presencia de ambos rodados, los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González exhibieron su declaración realizada en noviembre del 2007 en la cual afirmó que estaban los autos en la casa del ahora imputado, por lo que terminó aclarando que efectivamente se encontraban allí.
“Ortiz me dijo ´que la hizo bien Pachelo que no pasó la tarjeta´ para que no quede registrado. Se fue sin que quede registrada su salida”, añadió en relación a la tarjeta de socio como propietario de una vivienda en el Carmel.
Por último, Rivero apuntó contra Ortiz y Glennon, quienes aseguró que “era sabido que si había una ventana abierta de una casa, ellos robaban”.
Además dijo que cuando ingresó la masajista Beatriz Michelini al barrio privado para ir a atender a María Marta, el testigo observó a Ortiz y Glennon en la puerta de la casa de Carrascosa, luego de que escuchó la modulación en la que preguntaban si alguien de seguridad podía verificar si se encontraba en su casa para validar el ingreso de la mujer.
Antes de Rivero declaró Acosta, otro exvigilador de Carmel en cuyo testimonio reiteró en incontables ocasiones que “hoy” no recordaba lo que la parte acusatoria le consultaba sobre lo que había visto y realizado durante el día que ocurrió el crimen.
La jornada comenzó con el testimonio de Tiscornia, un amigo de Pachelo que estuvo detenido por la denominada “mafia de los contenedores”, quien aseguró que al imputado “nunca lo vio armado ni agresivo”.
Por su parte, los periodistas Strione y Fernández hablaron sobre un informe que realizaron para Canal 9 en donde hicieron referencia a las medidas de seguridad del Carmel mostrando a un cerco perimetral cortado y una zanja.
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