La cifra le pertenece a la sandwichería LeNoir. La mujer del propietario denuncia que es una situación generalizada en todos los comercios de la zona. El último asalto fue el sábado por la noche, cuando dos delincuentes los maniataron y robaron todo.
Es la tercera vez que LeNoir, el comercio de sándwiches de miga del centro de Pilar, es robado en los últimos seis meses. En 14 años fueron víctimas de la inseguridad en 18 ocasiones. La última ocurrió el sábado por la noche, cuando dos delincuentes maniataron a la mujer del dueño y tres empleados, llevándose la recaudación del día y varios elementos de valor.
“Con los comerciantes vecinos estamos todos en la misma situación”, refirió Claudia, pareja del propietario de LeNoir al aire de La Mañana de Resumen (FM del Sol 91.5). El local en cuestión está sobre la calle Víctor Vergani, entre Pedro Lagrave e Yrigoyen. Pleno centro pilarense cuyos negocios, según consignó Claudia, se ven sometidos a los delincuentes casi rutinariamente.
El último de estos tres robos que LeNoir sufrió desde enero fue el sábado por la noche. El local ya cerraba sus puertas, de hecho dos de sus empleados se disponían a colocar las rejas, cuando ingresaron dos hombres de entre 30 y 35 años.
“Disimulaban como si fueran a comprar. Se preguntaban entre ellos si tenían cambio o decían ‘compramos tal cosa”, contó Claudia. En ese momento, la mujer se encontraba detrás del mostrador.
Los delincuentes redujeron en primer lugar al empleado que colocaba las rejas, a mano armada, y luego obligaron a todos, cuatro personas en total, a ir al fondo del local, a la cocina. Allí debieron acostarse boca abajo, y los malvivientes les ataron las muñecas con precintos.
Mientras uno de los ladrones estaba con ellos en la cocina, el otro revolvía todo el local. “Se llevaron hasta la última moneda. Toda la recaudación del día y las cosas de valor”, consignó Claudia. Se llevaron celulares, nextel, billeteras de todos, y la cartera con las llaves del auto y la casa de la mujer.
Antes de irse, tras 15 minutos de odisea, los delincuentes desconectaron el teléfono de línea, rompieron las cámaras de seguridad y apagaron las luces. Claudia fue la primera en lograr liberar una de las manos del precinto, y luego comenzaron a desatarse entre todos.
Luego, se acercó a la agencia de remís que está a la vuelta para poder comunicarse con la policía. Aproximadamente a los 20 minutos llegó un móvil, que iba desde Villa Rosa.
El lunes se acercó Adrián Spen, designado recientemente al frente de la Comisaría 1° de Pilar, desde su puesto previo al frente del destacamento del Parque Industrial. “Quedaron en llamarme por cualquier novedad. (Dijeron) que los móviles a veces no dan abasto de tantos robos que hay”, relató Claudia, que ya realizó la denuncia correspondiente.
“Lo único que queremos es trabajar tranquilos y dignamente como lo venimos haciendo hace 28 años”, cerró la mujer.
Dejar un comentario