Sábado 23 de Noviembre de 2024

Es hora de cumplir con las leyes y garantías establecidas


  • Domingo 10 de Diciembre de 2017
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Análisis de Marcelo Bermolen, abogado y profesor de la Escuela de Gobierno, Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Austral​​​​, ante la resolución del juez Claudio Bonadio de procesar a la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner. Podrían ser los ingredientes de una exitosa serie televisiva, pero son parte del ambiguo escenario en que se mueve la justicia argentina. Un juez federal controvertido; grandes e irresueltas tragedias del pasado que se entremezclan; personajes del ocaso del poder que avivan antipatías y sed de condenas; espectaculares procedimientos de detención que incitan a pensar en “justicia”; y una investigación polémica que ahonda en las inconsistencias de la política argentina y atrae la convocante idea de perseguir “infames traidores a la patria. Otra visión de la denuncia de Nisman, podría sostener que se está frente a una situación abstracta, toda vez que se trata de una decisión política –no judiciable- que obtuvo respaldo del Congreso Nacional, y ni siquiera fue ratificada por el presunto beneficiario –el estado iraní- careciendo de vigencia y efectos jurídicos concretos. En un país con instituciones sólidas, ambas miradas deberían atravesar el tamiz de la Constitución Nacional y las leyes de la República. Surgen inusitadas preguntas frente al proceder. ¿Buscan los jueces agradar para ocultar su lentitud en investigar a los mismos imputados en casos de corrupción? ¿Pueden ignorar los principios de presunción de inocencia y el debido proceso? ¿Puede un fallo aislado de una Sala de la Cámara Federal ser utilizado por los magistrados para aumentar su poder y atribuir sin pruebas a los detenidos su capacidad de interferir en la pesquisa? ¿Se ha convertido la prisión preventiva de ex funcionarios en la regla que calma a las masas? ¿Cuál es la razón por la que el Juez aguardó a que asumiera Cristina Fernández para luego pedir su desafuero? ¿Ayuda este proceder a facilitar la victimización de los procesados? Es hora de cumplir con las leyes y garantías establecidas. Se está consintiendo un juego de distracción y discreción con consecuencias jurídicas imprevisibles para los actuales funcionarios. Todos ansiamos justicia, la de la sana crítica, la que comprueba. No la que se acomoda a las íntimas convicciones o a las conveniencias. Así no Dr. Bonadio, ¡así no!

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