Por Guillermo Pellegrini, maestro normal y licenciado en ciencia política
Comentábamos en su oportunidad que la emigración es un fenómeno humano complejo, tiene una base biológica y zoológica muy simple, la búsqueda de mejores condiciones para sobrevivir en un contexto cultural distinto, la migración, está determinada por una variedad de factores, guerras, persecuciones, conflictos étnicos, religiosos, hambrunas y miserias.
Los factores económicos son decisivos en los comportamientos migratorios. Eso nos exige que tratemos de entender el fenómeno también como un fenómeno económico.
La emigración es, como otros muchos comportamientos de los seres humanos, una cuestión de incentivos y costos. La teoría económica sin embargo, no ofrece el único marco adecuado para analizar el fenómeno, que tiene profundas raíces de naturaleza biológica.
Las migraciones son un fenómeno normal entre los animales. En zoología lo que hay que explicar no es porque los animales emigran, sino porque se establecen en un lugar determinado y se quedan ahí en forma mas o menos permanente.
Hecha esta aclaración, vamos a proponer un tratamiento económico de la emigración. Vamos a explicar los determinantes de los flujos de emigración como un movimiento de personas, que se mueven por unos incentivos fundamentalmente económicos y que esperan obtener determinados beneficios materiales, para lo cual tienen que incurrir en algunos costos. Se trata de explicar por qué alguna gente cruza con peligro el Río Grande, el estrecho de Gibraltar en balsas, porque hacen cola en consulados, o mueren en el intento. Centroamérica se proyecta hacia EEUU y Canadá; Bolivia, Paraguay y Perú hacia Argentina; África hacia Europa, Medio Oriente y Europa del Este hacia Europa Central. China re-colonializa algunos países africanos construyendo discretamente obra pública, para en el futuro descargar población.
Los inmigrantes son grandes ahorristas en general, porque procuran acortar la diferencia de riqueza, con los nativos, especialmente en la parte inmobiliaria, lo más rápidamente posible. El boom inmobiliario, incentivado en parte por la propia demanda de los inmigrantes, ha beneficiado particularmente al resto de los trabajadores pues salen beneficiados con la revalorización y una cantidad mayor de planes hipotecarios, competitivos entre entidades, para la adquisición de terrenos y propiedades en general. Como otros tipos de créditos.
Conviene recordar que el grueso del aporte de capital humano de la inmigración, no proviene de la educación, sino de un factor muy difícil de medir, que es el “ANIMO EMPRENDEDOR”, el empuje, la voluntad de esa gente, su recurso energético y dinamizador ante la adversidad en el vocablo entrepreneuership, el emprendedor.
Este es el atributo personal que explica la mayor parte del salario: para desafiar las numerosas barreras, legales, geográficas y sociales, incluso asumir los riesgos, a veces mortales, de la travesía; prueba de una tenacidad que sin duda explicaría un aumento salarial relevante si se lo permitiesen. Así lo confirman los resultados en EEUU, donde los inmigrantes tardan 5 años en alcanzar el nivel salarial de los nativos y 10 años en superarlos.
Además puede agregarse que cualquiera que sea el nivel educativo del trabajador, para el país receptor no significó ningún costo generarlo. Lamentablemente, la educación gratuita que los inmigrantes entregan a la sociedad que los recibe es sin duda, la mayor riqueza que se le resta al país de origen. Estudia en un lado y lo aplica en el otro... (venezolanos).
Este listado incompleto de impactos económicos de la inmigración en la comunidad demuestra que al contrario de lo que muchas veces se piensa y al margen de que se los necesita por razones demográficas -Gobernar es poblar, Juan Bautista Alberdi-, es muy seguro que la inmigración genere más beneficios a la población en general incluyendo a los empresarios, de lo que se benefician ellos, con todos los problemas, segregaciones y discriminaciones con que se los trata, además de las extensas jornadas de labor. No son parásitos, son los que más aportan y menos reciben.
Los empleadores deben terminar con el trabajo clandestino. No hay que tolerar esto si se quiere luchar contra la inmigración ilegal, utilizando los nuevos sistemas tecnológicos de comunicación y vigilancia.
Sería muy importante que cada inmigrante que regularice su situación realice un aporte monetario pequeño mensual fijo, a una cuenta federal para conformar el “Fondo Nacional de Asistencia del Inmigrante”, en ese plan cabe la orientación, la ayuda general, medicación, educación y asesoramiento para su futura vivienda. Debería ser manejado a través de un Consejo, formado con mitad mas uno de los inmigrantes, que con sus experiencias, historias, cicatrices y emociones le permitan darle prioridades efectivas a sus congéneres. Sería más eficaz y equitativo que manejado por burócratas. Este tema (El Fondo) jamás se tocó en la Argentina. Para resumir podríamos decir que la migración es inevitable, que ningún país puede cerrar sus fronteras a los extranjeros, que el motivo de la movilidad, del escape es variado, pero gira en torno a huir del hambre, de las guerras, de la miseria y las catástrofes.
La migración es un fenómeno que se atiende. No es un problema que se resuelve. Frente a este fenómeno mundial que se plantea irreversible lo único posible es diseñar y ejecutar “políticas migratorias” sobre la base de migración regulada, es lo único razonablemente posible ante el panorama mundial.
Según el Instituto Gallup, serían unos 700 millones de personas en los próximos años.
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