Por Fredi Llosa
Fui uno de los primeros en Pilar en el Recuerdo, y se me agotaron los temas del pasado. Igual sigo esta histórica comunidad que brega por afirmar raíces sin distinguir entre nacidos o no.
Sin embargo el presente, es los recuerdos del futuro, y nuestro ser pilarense corre peligro por la cultura materialista, la falta de valores o su cambio, y también por el desinterés por los temas que desde hace tiempo son ignorados o disimulados por nosotros mismos.
A Pilar se le está acabando su centralidad.
Su centralidad en el partido como ciudad cabecera. Tenemos que tomar conciencia y unir esfuerzos locales, desde todos los sectores, para devolverle a la ciudad de Pilar su sentido de pertenencia, no en los dichos sino en los hechos. Hay que pensar un Pilar coherente con su pasado, y abierto a sus oportunidades presentes. Hay que volver a una comunidad que viva su ciudad, su vida cultural y social, sus espacios públicos, el poder de su comercio, con seguridad en su vida diaria y nocturna, con participación y ayuda en las ONG, con fomento a su oferta en educación, y tantas otras cosas que teníamos cuando éramos pocos, que podemos recuperar aún siendo muchos más, pero que perderemos inexorablemente si seguimos integrándonos sin cuidado a la anomia, el individualismo y anonimato, la inseguridad y el ventajismo del Gran Buenos Aires.
Unirnos para tener el Pilar que queremos, y no el que traiga el fatalismo ante el “falso progreso” o las soluciones para los hacinados partidos vecinos.
Hay una movida para recuperar Pilar. Juntémonos para pensarlo, desarrollarlo, unirnos sin grietas, con aportes positivos y exigencias fundamentadas. Porque vivir en Pilar... es otra vida.
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