De cara a las medidas de seguridad que se adoptaron en la Ciudad con motivo a la cumbre del G-20, Mariano Bartolomé, profesor de la Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Austral y especialista en seguridad, efectuó un análisis sobre el riesgo de la violencia anarquista en manos del Bloque Negro (Black Block).
La cumbre del G-20 en Buenos Aires conlleva enormes desafíos en materia de seguridad. Uno de ellos es los desmanes masivos e importantes destrozos en la ciudad de Buenos Aires.
Entre los potenciales protagonistas de estos desmanes y destrozos se destaca el llamado 'Bloque Negro' (Black Block), un colectivo de grupos anarquistas altamente radicalizados que despliegan sus acciones violentas en el marco de las convocatorias del Movimiento Antiglobalización.
Los miembros del Bloque Negro se visten totalmente de ese color con el doble objetivo de intimidar a la ciudadanía y dificultar su identificación por parte de las instituciones estatales. Se desplazan en masa -aunque con movimientos claramente coordinados- y no sólo no rehúyen al enfrentamiento con las fuerzas policiales, sino que parecen propiciarlo. A la hora de seleccionar los blancos de sus acciones violentas, suelen priorizar empresas transnacionales icónicas de la globalización capitalista.
En el último cónclave del G-20 previo al de Buenos Aires, en Hamburgo, estos grupos encabezaron una oleada de violencia que redundó en destrozos, saqueos de tiendas, incendios intencionales de inmuebles y vehículos, cientos de detenciones temporales y arrestos.
La realización del G-20 obliga a medidas excepcionales de seguridad, cuya expresión más notoria será la conformación de 'anillos' de seguridad en torno a las instalaciones donde se desarrollaan los eventos, que inhiben la circulación vehicular y a pie. Otras medidas de seguridad incluyen ceses de actividades temporales de subterráneos, trenes y aviones.
Cabe destacar que en este contexto, ninguna medida de seguridad parece excesiva de cara a la magnitud de la cumbre de G-20 y la jerarquía de los mandatarios que visitan Buenos Aires.
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