Jueves 25 de Abril de 2024

Mostrémosle al mundo que juntos podemos, otra vez


  • Sábado 07 de Junio de 2014
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A días del comenzar un nuevo certamen mundial, Resumen se sube al vagón de la nostalgia. Pilar festejaba con todo el país la consagración argentina en México 1986. Se espera repetir la vuelta olímpica en la plaza local. Luego de una memorable corrida de 50 metros, Burruchaga sentenciaba el 3 a 2 contra Alemania Federal. El eufórico grito de victoria se oyó fuerte en el Estadio Azteca, en cada rincón de la Argentina e inclusive en Pilar. El intendente Luis Lagomarsino salía con el pueblo pilarense a dar la emocionante vuelta olímpica a la Plaza 12 de Octubre. Los simpatizantes se subieron al Torino del jefe comunal y al compás de la marcha, sellaron una jornada mágica llena de festejos. La alegría, la necesaria, la que ansiaba un pueblo que acababa de darle la bienvenida a la democracia. Una comunidad que perdió a su juventud en unas islas sin calor, la misma sociedad que sintió un halo de revancha cuando un niño de Villa Fiorito dejó pintados a los representantes del imperialismo británico para darles una cachetada que jamás olvidarán. La Mano de Dios no fue la del diablo, no robó nada, es más, dio la felicidad que los argentinos hacía tiempo no saboreaban Futboleros de vocación, fanáticos de ocasión, todos tienen algún recuerdo del 29 de junio de 1986. Las familias se reunían, las mujeres preparaban la comida, las pizzerías de la ciudad rebasaban de hinchas. Brown se eleva y anota el primero, Valdano dibuja con sutileza el segundo. Los abrazos, que pronto se convirtieron en gotas de sudor con el empate de los germanos y el Diego mete el pase milimétrico para cumplir con su sueño, el de todos y Pilar estalla de alegría. "Se volvieron a vivir momentos de justificada euforia en nuestra ciudad al conquistar la Argentina su segundo título mundial de fútbol. Fue una verdadera fiesta de confraternidad, cualidad digna de ser imitada en otros órdenes. Unidos venceremos todas las dificultades, hay que trabajar en equipo, mejorando día a día. Ese es el ejemplo, que deja este triunfo deportivo", expresaba Resumen aquel glorioso junio de 1986 con un Pilar inmerso en el cántico: "¡Argentina!...¡Argentina!". Nadie se acordaba ya de que Argentina "iba para perder", que no había esperanzas de ganar, que el equipo "no se llevaba". Esa desconfianza hacia nuestra capacidad fue desmentida. Sigamos poniendo el corazón, sigamos esquivando dificultades como belgas e ingleses hasta gritar gol. Como diría la canción, "mostrémosle al mundo que juntos podemos".

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