Jueves 18 de Abril de 2024

La educación en riesgo


  • Domingo 20 de Octubre de 2019
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  Por Guillermo Pellegrini Maestro Normal y Lic. en Ciencia Política   El principio de la educación es predicar con el ejemplo (A. Turgot 1727-1781) Se puede afirmar sin demasiado margen de error que hoy los padres piden una escuela para sus hijos con una triple finalidad, que los tengan, que los instruyan y los eduquen. Resulta indiscutible que el modelo familiar va cambiando en todos lados, las exigencias profesionales son cada vez mayores, cada vez es más frecuente que los mayores, es decir los abuelos, también trabajen,  o tengan otras expectativas de tiempo libre. Todo esto lleva a la necesidad de colocar a los adolescentes durante el día en una institución que los “guarde” y cuanto más tiempo mejor, esta es una función importante de la escuela actual. Basta observar sobre todo en las grandes ciudades, los problemas que generan las vacaciones escolares de invierno entre las familias, el padre y la madre tienen que trabajar, los abuelos si los hay, están ocupados y nadie puede atender a los jóvenes. Por eso se ha incrementado la demanda del horario escolar para “estacionar” a los hijos haciendo deportes y demás actividades. Está claro que los padres quieren además que sus hijos “aprendan”, que aprendan ¿qué? Si bien está definido y claro que desean que aprendan computación, informática e inglés, disciplinas líderes en la demanda familiar actual, para que los mismos puedan obtener un trabajo. Los padres no tienen una idea clara sobre esta cuestión, tienen una idea general del contenido de las disciplinas, pero no saben para qué, lenguas, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, educación visual y plástica, pretendiendo además, si es posible que tengan buena educación, además de la instrucción. La elección de una escuela privada, para algunos completa más esta expectativa. Si estamos seguros en nuestra idea de avanzar y de que el tren se nos va. Sirve en un mundo especializado tanto enciclopedismo, tengo mis dudas. Por ahí sería más entusiasta y practico contenidos más regionalistas, la historia de la colonización de América y sus connotaciones, por qué estamos como estamos o directamente el estudio y desarrollo de materias prácticas, para que el alumno tenga más herramientas en su capacitación, que se produce en su región, como se produce, se puede exportar, se puede mejorar la comercialización,  se puede innovar. Ya se cultive en su zona bananas, arroz, minerales o pesca, sabría y podría trabajar en donde nació, o más cerca, no teniendo la necesidad de emigrar, no sería todo tan lineal, que lo hace al estudiante tan frágil al salir de la secundaria, considerando siempre que la falta de trabajo para los jóvenes es grave, la falta de perspectivas futuras es un hecho. Considerando que la primaria es un comienzo, la secundaria no lo prepara para una realidad globalizada, ni para las necesidades actuales que requieren las empresas, las de la producción intensiva, la alta competencia. Con una deserción en la educación secundaria del 50 por ciento y en las universidades donde suelen no poder ingresar por sus flacos conocimientos de su secundaria, o no pueden pagarla, o tienen que trabajar para ayudarse y/o ayudar a los padres, terminan quedando afuera, en el camino, en Segundo o Tercer año, con una deserción del 60 por ciento. Ante esta realidad por ahí nos conviene tener más escuelas técnicas, agro técnicas y formación profesional. Se observan frecuentemente, paros, protestas, huelgas. Esto no favorece la educación, le quita la idea y la contracción al trabajo. Estudiar es trabajar para el futuro, su futuro, su trabajo es aprender, investigar, ver cómo es el mundo, viendo cómo se va a manejar en el mismo. Entonces trabajar es bueno y conveniente para el estudiante, el aprender conlleva a una satisfacción y premio en sí mismo. Los profesores deben tener vocación, entusiasmo y ganas de enseñar, se comprende que un profesor “taxi” que corre de un lado a otro para poder subsistir, no puede tener los resultados y la eficiencia del que está bien pago, en instituciones privadas, hay que seguir reformulando el papel del estado. Los colegios privados y universidades, surgen con más fuerza por las falencias de lo estatal, no encontramos la excelencia, la luz con la que se enfocó la educación hace 100 años. Esa que en otra hora nos enorgulleciera y la que otras sociedades imitaban. El entorno no acompaña, cómo vamos a educarlos, si cuando salen de sus casas se encuentran con hechos de inseguridad, impunidad, cortes y piquetes, desocupación, recesión y crisis.  “La educación es el arma más poderosa que puedas usar para cambiar el mundo”, Nelson Mandela

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