Por Gustavo Giacomo, economista
Todos los conocemos, porque están en todas las empresas, sea cual sea el rubro. Son “los pibes de Sistemas”, aquellos a quienes acudimos cuando la pantalla de la computadora nos devuelve un mensaje “raro”. “¿Será un virus?”, les decimos, mientras leemos pausadamente el antes y después del “error 404” (o el que nos toque en suerte). Mucho antes de que Mark Zuckerberg creara Facebook y la imagen del “nerd” se resignificara y se convirtiera, incluso, en un valor, ellos siempre fueron los que entendían de tecnología. Ellos. Rara vez, “ellas”.
La serie The Big Bang Theory puede ser muy divertida pero difícilmente una chica se identifique con el personaje de Sheldon Cooper, uno de sus protagonistas estrella. Por eso, en Argentina y el mundo se reproducen las iniciativas -y mujeres concretas- que intentan revertir el panorama y apuntan a cambiar las representaciones que alejan a las chicas de la informática. Estos proyectos hacen hincapié en la posibilidad de que más mujeres accedan a este tipo de trabajos, en los que no sólo falta mano de obra, sino donde, además, los sueldos son muy buenos.
En Argentina, las mujeres representan el 16 por ciento de los estudiantes de informática, lo que no solo genera diferencias en tanto distribución del ingreso y capital intelectual, sino que priva al sector de la mirada de mucho más que la mitad de la población. Según un informe de la Fundación Sadosky, esto no siempre fue así, ya que la carrera de Computador Científico de la UBA –la primera del país- permite comparar datos desde 1962 y muestran que durante varias décadas las mujeres eran mayoría.
La brecha de género que se observa en diferentes sectores de la sociedad, es especialmente evidente en la industria tecnológica. ¿Sabías que sólo el 6 por ciento de las apps que usamos en nuestros celulares fueron desarrolladas por mujeres? ¿Y que en nuestro país apenas el 16 por ciento de los que ingresan a carreras vinculadas a programación son chicas?
¿A qué factores atribuyen esta desigualdad?
Uno de los mayores problemas son los estereotipos de roles de género. Por ejemplo, cuando se piensa en una persona generando un cambio estratégico en tecnología, imaginamos un Steve Jobs y no a una mujer. En los 80, en el despliegue de la computadora personal y las consolas de videojuegos, encontramos cómo actúan esos estereotipos. Si uno ve la propaganda que se hacía, se ponía al hombre canchero, divirtiéndose. Eso también hizo que las mujeres no se vean representadas, o no sientan que ese sea un producto que les esté hablando a ellas.
No pueden querer algo que no conocen. Por eso es importante que las chicas experimenten en edad temprana qué significa trabajar en tecnología. Ofrecerles propuestas integrales, vivenciales y también encuadradas en el contexto argentino de la falta de mujeres en esa área tan decisiva de cara al futuro. En Pilar, sobre esta temática, tanto el MED, como el Colegio Mano Amiga, desarrollaron propuestas muy interesantes para ellas a través de lo que dieron en llamar "Club de chicas programadoras". Lo cual es una manera muy inteligente y efectiva de acercarlas a la tecnología para que naturalicen ese conocimiento con el fin de achicar la brecha de género existente hasta este momento.
La falta de información es un factor clave: muchas veces se asocia a la programación con temas vinculados a la matemática, y ese es un mal concepto. La tecnología abre un campo cada vez más amplio del saber. Hay otras formas de trabajo donde se necesitan miradas diversas, y es necesario que las mujeres también estén aportando su visión sobre la tecnología y la ciencia en general. Lamentablemente, hoy por hoy hay muy pocas mujeres trabajando en esa área, y hay muchas menos liderando equipos de tecnología. Por lo tanto, el desafío de cara al futuro es achicar cada vez más esa brecha que impide el aporte sustancial de la mujer en la tecnología a través de su potencial intelectual, innovador y creativo.
La Brecha
- El 6% de las Apps que usamos fueron desarrolladas por mujeres
- Solo el 10% de las mujeres emprendedoras se enfocan en tecnologías
- Más del 80% de los ingresantes a carreras de programación son hombres
Dejar un comentario