Las plazas pilarenses no volvieron a sentirse tan llenas como en aquel histórico certamen. Los vecinos recuerdan las alegrías y tristezas que dejaron los difíciles encuentros ante Camerún, Brasil, Italia y Alemania.
El próximo martes la selección argentina se medirá en un encuentro decisivo ante el combinado suizo en el certamen mundial de Brasil. Todo Pilar espera poder cerrar la tarde con el tradicional festejo en la plaza, alegría que marcará otro paso de ronda.
Las plazas 12 de Octubre de Pilar y Antonio Toro de Presidente Derqui, son testigos de decenas de historias mundialistas pero quizás, nunca hayan estado tan llenas de fervorosos hinchas como aquel 3 de julio de 1990.
La selección argentina defensora del título conseguido en México, se jugaba todo ante el dueño de casa, Italia. La Azzurra llegaba como favorita para ser finalista, meritos no le faltaban. La valla virgen de Walter Zenga y mortíferos jugadores como Roberto Baggio y Salvatore Shillaci, eran buenas pruebas del poderío italiano.
La selección nacional llegaba a la semifinal en un camino lleno de vericuetos. Shillaci sorprendió a Argentina con un temprano gol pero la magia de Maradona y la precisión de Canniggia terminaron con el 0 en el arco tano.
Tras mostrar su versión más digna en toda la copa, Argentina llegó a los penales donde Sergio Goycochea volvió a vestirse de héroe para que el rival quedara eliminado de su propia copa.
Siamo Fuori entredecía el relator italiano mientras las plazas pilarenses se teñían de celeste y blanco con vecinos como Ricardo, quien muchos años después aún recuerda la cara de Roberto Baggio tras ver cómo Goycochea volaba para tapar el remate de Baresi.
Pablo, dueño de un taller mecánico sobre la calle Venancio Castro, también recuerda grandes momentos de ese mundial como la histórica corrida de un lesionado Maradona que terminó en el gol de Canniggia, tanto que aplacó el huracán brasileño liderado por Careca.
Lorena, madre pilarense, comenta que el encuentro inaugural entre Argentina y Camerún lo vio en su querido colegio Almafuerte. Partido que terminó en derrota para el cuadro nacional y que marcó el difícil trayecto en aquella copa.
Todo acabó con un dudoso penal que le dio a Alemania su tercera Copa del Mundo. Los años pasaron y la selección no volvió a llegar tan lejos, las plazas no volvieron a vivir la misma emoción.
Algo dicta en la historia que este año los pilarenses nos volveremos a encontrar y abrazar entre vecinos y amigos, conocidos y desconocidos. Vamos a volver a llenarnos de recuerdos que nos acompañarán toda la vida y despertarán con cada nuevo mundial.
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