Cuando llega el momento de elegir una carrera, es necesario lograr previamente un autoconocimiento, informarse, incluso recurrir muchas veces a una ayuda profesional que facilite la decisión. Se deben tener en cuenta varios aspectos tales como el plan de estudios, la duración, dónde estudiar. Hoy en día, hay que agregar un punto más a este análisis: la inteligencia artificial, que reemplazará múltiples tareas y afectará diversos campos de trabajo debido a la automatización de procesos.
Sin embargo, hay carreras que responden a cuestiones vocacionales más profundas y que requieren del vínculo directo con las personas. Si la motivación es contribuir a un mundo más justo, una opción es sin duda Trabajo Social. Una profesión que en muchos países, aún enfrenta el reto de lograr un reconocimiento adecuado a su impacto.
En un mundo complejo, con múltiples cambios sociales, ambientales, económicos y políticos, la nueva era post pandemia se manifiesta con inequidades sociales en crecimiento, se generan escenarios que representan desafíos en la búsqueda de nuevas respuestas en materia académica.
El Trabajo Social es sin duda una profesión que por su alto requerimiento de interacción con las personas, estará vigente aún cuando la inteligencia artificial reemplace muchas de las tareas en el planeta.
Hoy más que nunca, debemos incorporar las nuevas herramientas en función de nuestros objetivos profesionales. Abordar las problemáticas sociales desde una mirada integral y de manera multidisciplinaria, dialogando con las nuevas ciencias y con todos los actores comprometidos con el bienestar de las personas, grupos y comunidades, es nuestro desafío.
Igual que otras disciplinas que contribuyen a mejorar las condiciones psicológicas y sociales, la habilidad fundamental del Trabajo Social es el reconocimiento de las personas como sujetos de derechos. Habilidades como la empatía, la comprensión profunda e integral de las personas en sus contextos, no serán reemplazadas por la tecnología. Por el contrario, la IA nos brinda herramientas para automatizar tareas administrativas, de sistematización y análisis de datos, y de muchas otras tareas que nutren las intervenciones.
El Trabajo Social tiene un papel fundamental en el empoderamiento de las personas y las comunidades que atraviesan situaciones que comprometen su desarrollo integral. Sus intervenciones comprenden al ser humano a lo largo de su ciclo vital, desde su gestación hasta la etapa de la adultez mayor y muerte. Trabajamos para garantizar que se cumplan los derechos humanos que van desde aspectos básicos de subsistencia, hasta aquellos vinculados al desarrollo más pleno. Por eso nos desempeñamos con diversas poblaciones, velando por el acceso adecuado a la salud, educación, vivienda, entre otras necesidades humanas fundamentales.
Las posibilidades de inserción profesional han ido en crecimiento en las últimas décadas. Desde el ámbito público, y la incidencia en el desarrollo de políticas públicas, se ha extendido a las organizaciones con fines sociales y las empresas (áreas de responsabilidad social o vinculadas a los recursos humanos, medicinas prepagas, entre muchas otras). También los organismos multilaterales y agencias de cooperación internacional requieren de profesionales con formación en Trabajo Social.
Sin embargo, poco se sabe en general del aporte de la disciplina. Muchas veces vinculada al asistencialismo, y a roles burocráticos, las contribuciones son invaluables.
Su rol e incumbencias profesionales son muy amplias e incluyen investigación, diseño de políticas y proyectos sociales, y coordinación de servicios para abordar problemas sistémicos.
El Trabajo Social es esencial para el bienestar de poblaciones con mayores derechos vulnerados, por eso acompaña procesos de empoderamiento de personas, grupos y comunidades, de manera que logren superar sus propios problemas, puedan ser resilientes y así mejorar su calidad de vida.
Para concluir será indispensable informar sobre esta carrera y otras que serán clave en un mundo donde la empatía y las interacciones de manera directa tienden a verse muy disminuidas, en una sociedad con un entramado social cada vez más debilitado. Formar profesionales capaces de intervenir con la exclusión y los cambios de paradigma que propone la nueva realidad, que puedan contribuir con sus conocimientos y una mirada integral que no solamente no podrán ser reemplazados por la IA, sino que por el contrario, la convertirán en una herramienta indispensable para alcanzar los objetivos que se proponga.
Lic. Verónica Soto
Docente de la Carrera de Trabajo Social Universidad del Salvador
Dejar un comentario