Las tan cuestionadas PASO generaron un resultado sorpresivo no tanto por cual fue el espacio ganador, pero si por la diferencia de votos registrada entre ambos frentes políticos.
Por Fernando Robles, analista político y economista
El informe presentado por la ex –Presidente de Chile Michelle Bachelet, en su calidad de Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, logró que el Frente Amplio uruguayo y su referente y ex – Presidente José Mujica calificara al régimen venezolano de “dictadura”. En el mismo sentido se alejó del chavismo, su hasta ahora socio y Presidente de Bolivia en ejercicio Evo Morales quien no asistió al Foro de San Pablo que se llevó a cabo en Caracas. El informe de Bachelet denuncia entre otras violaciones la existencia de 3,7 millones de venezolanos desnutridos, revela la muerte de 1.557 personas en los hospitales por falta de insumos, de 5.287 muertos en 2018 por “resistencia a la autoridad” y otros 1.569 muertos en los primeros meses del corriente año. También hace saber que el salario mínimo mensual está en 7 dólares y que el mismo no alcanza para cubrir el 5% de la canasta familiar. ¿Será por esto que el hombre fuerte de la narco-dictadura del país caribeño Diosdado Cabello, mantiene reservadas conversaciones con funcionarios de la administración Trump?
Lo que es cierto, es el comentario del político venezolano respecto del resultado de las elecciones celebradas el pasado 11 de agosto en la República Argentina. Declaró palabras más palabras menos, que los votos que logró el Frente de Todos no pertenecen a Alberto Fernández sino que los mismos pertenecen a Cristina Fernández de Kirchner. No se escuchó a ninguno de los numerosos integrantes del referido espacio hacer referencia alguna a las afirmaciones de Cabello. Silencio por demás significativo. Tal como el que a muchos nos hace ruido y tiene que ver con la ausencia de críticas a la narco-dictadura que lidera Nicolás Maduro.
El resultado de las PASO generó una reacción negativa en los mercados locales. Suba del dólar, caída del precio de las acciones, caída del precio de los bonos emitidos por el Estado argentino y suba del riesgo país se registraron a lo largo de la semana pasada. Como consecuencia de ello el Banco Central decidió subir la tasa de interés y por cierto la dinámica de estas variables genera aumentos de precios y suba del costo de vida. El costo de vida lo mide el INDEC a través del Índice de Precios al Consumidor y del Índice de Precios Mayoristas. El primero de ellos revertirá la tendencia a la baja que venía registrando desde hace algunos meses. Recordemos que en julio resultó un 2,2%.
Este salto de las principales variables económicas tuvo varios correlatos en declaraciones de los dos principales candidatos que compiten por la Presidencia. Alberto Fernández señaló días antes del comicio que el precio del dólar era barato. Mauricio Macri se enojó por el resultado de la votación y atribuyó las bruscas turbulencias de los mercados al triunfo kirchnerista-cristinista-peronista. Con relación a la suba del dólar Martín Redrado, quien estuvo a cargo del Banco Central de la República Argentina en época del gobierno kirchnerista-cristinista, acusó al Presidente Macri por la devaluación ya que según él, ordenó no intervenir en el mercado de cambios. Como mínimo una afirmación irresponsable y tal vez factible de una denuncia penal, si no es acompañada de argumentos y/o documentación que la respalde. Al mismo tiempo Alberto Fernández le pedía al gobierno que no use reservas para regular el mercado cambiario.
Queda claro que los protagonistas de la actual coyuntura son dos: el Presidente Macri y el candidato más votado Alberto Fernández. La situación económica y financiera es compleja e involucra como siempre a la totalidad de los argentinos. Son momentos difíciles que requieren de mucho diálogo de los mencionados dirigentes para ponerle el hombro a la gobernabilidad. Ese diálogo debe estar por encima de numerosos periodistas, medios de comunicación, políticos y empresarios quienes a partir del 12 de agosto practican casi desaforadamente el conocido deporte nacional: el panquequismo.
El martes pasado Hernán Lacunza se hizo cargo por pedido del Presidente Macri del Ministerio de Hacienda de la Nación. El desplome de los activos argentinos en la Bolsa de Nueva York el pasado lunes 19 no laborable en nuestro país, fue factor determinante pero no exclusivo del señalado reemplazo. Sin duda que la inacción de Nicolás Dujovne y su segundo Miguel Braun contribuyó decididamente a que esa medida se concretara. En la dinámica y complicada situación económica argentina, no alcanza con ir y venir con frecuencia a los Estados Unidos para tratar con el Fondo Monetario Internacional. Se requiere trabajar permanentemente poniendo foco en las diversas variables que afectan el comportamiento de los actores económicos locales. El producto de este trabajo deberían resultar propuestas que ayuden a minimizar los desajustes sectoriales, a bajar la inflación y a bajar la tasa de interés apuntando a propender un crecimiento sostenido.
Sin duda hay responsabilidades compartidas entre los dos actores antes mencionados, es decir, el Presidente y el candidato. Pero ahora aparecen con motivo de la disminución del Impuesto al Valor Agregado a productos de primera necesidad y el congelamiento de las tarifas de los combustibles, los gobernadores provinciales. La aparición obedece al deseo de no resignar nada en la distribución de los fondos producto de la coparticipación. Estos dirigentes deberían saber que habitan y gobiernan en un país federal. También deberían apelar a su honestidad intelectual y política y considerar que nunca como en estos casi cuatro años, recibieron sus respectivas provincias tantos recursos del Estado Nacional como los que les giró la administración Macri. Además por tratarse de políticos, oficialistas y opositores, los gobernadores provinciales deberían contribuir al diálogo con la Nación para solucionar las diferencias dinerarias que tanto dicen los afectan. Ello, antes de amenazar con recurrir abruptamente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación en pos de medidas cautelares.
Por estos días y en orden a reconocer las responsabilidades compartidas, se vienen desarrollando reuniones entre los integrantes del ministerio de Hacienda de la Nación y los equipos técnicos del espacio liderado por Roberto Lavagna y de los técnicos del espacio liderado por Alberto y Cristina Fernández. Es un comienzo positivo, que es de esperar imiten los líderes más votados con el fin de promover estabilidad. Sobre este pilar podremos así llegar a celebrar las elecciones pendientes y a un ordenado traspaso de gobierno.
Este jueves 22 el ex – Presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso participó en un coloquio con el candidato Alberto Fernández y con el Presidente Macri. Ámbito propicio para explicar a los dos cómo logró la estabilidad de su país junto al entonces candidato Lula da Silva en el año 2002. Así fue que ambos acordaron unos pocos puntos para preservar la estabilidad, antes de las elecciones que proclamaron a Lula da Silva como nuevo Presidente del hermano país.
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