Por Rodrigo Etchart

En una era donde el contenido digital compite por la atención instantánea, un pilarense lleva su pasión a las pantallas de todo el mundo. Desde un barrio peligroso en la "perfecta" Suecia a una entrevista a Pepe Mujica, o partiendo de la Guerra de Ucrania para llegar al corazón de las barras bravas latinoamericanas; Joaco Santos es fiel a su lema: "Se graba como se vive".

Durante más de tres años, su lente ha captado millones de historias, cada una siguiendo su curso y su realidad, sin otros matices que los de sobrevivir.

Hoy, su canal de YouTube supera los 600.000 suscriptores, suma cientos de miles de seguidores en las redes sociales y se ha transformado en un referente del "lado B", mostrando realidades del mundo. Con el lanzamiento de su libro "Barras" a finales de noviembre, cierra el año compartiendo su balance y parte de su historia con nosotros.

¿Cómo se presenta Joaco Santos ante alguien que no lo conoce?

Bueno, yo soy periodista, hice un máster en Barcelona en periodismo y ahí arranqué filmando realidades sociales de Europa, porque yo sentía que la Europa que nos presentaban estando en Argentina era perfecta, y cuando yo llegué a Barcelona me di cuenta que había un montón de cuestiones que no conocíamos. Así que pude entrevistar a gente de la mafia napolitana, me metí en cárceles de Finlandia, analicé la política de drogas en Holanda.

Siento que con mi laburo conocí mucho el "lado B" de Europa

Y desde hace tres años empecé con mi canal de YouTube, donde muestro barrios considerados peligrosos, realidades sociales duras y me meto en el corazón de las barras bravas. Entonces entre esas tres temáticas hoy en día me considero youtuber, creador de contenido, y la idea es continuar por este rumbo analizando, sobre todo, Latinoamérica.

Siento que con mi laburo conocí mucho el "lado B" de Europa, pero quizás al haber nacido acá daba por hecho que conocía Latinoamérica y me di cuenta que no, que hay un montón de historias ocultas. Y no todo malo, también de éxito: torneos de potrero donde salen pibes de excelente calidad, hay un montón de cuestiones que están interesantes que bueno la idea es focalizarme acá y bueno y en algún momento volver al mundo.

¿Cuál fue el lugar que más te sorprendió en Europa y cuál en Latinoamérica?

En Europa lo que más me sorprendió fueron los países nórdicos, porque todo es perfecto. Es un sistema donde todo funciona. Me acuerdo de preguntarle a la gente si había problema con los secuestros exprés. Me miraba con una cara como diciendo no sé en dónde vivís, pero eso no es real acá. Eso fue algo que me sorprendió. También todo lo que son las cárceles. Los presos tienen tarjeta de crédito, PlayStation, comen lo que tranquilamente se puede comer en un restaurante con estrella Michelin.

Y lo que me sorprendió de Latinoamérica fue Colombia, donde me topé con escenas de violencia extremas y a la plena luz del día, donde vas a la cancha y muchos de los barras tienen machetes. Para ellos es común agarrarse a machetazos. De hecho, quedé en medio de una macheteada general 10 contra 10, y me tuve que tirar atrás de un carrito de Coca-Cola porque quedaba en el medio, literal.

Estás acostumbrado a visitar lugares considerados muy peligrosos, ¿esta fue la experiencia donde más miedo tuviste o hubo peores?

Pese a que tuve mucho miedo, sentía que no era contra mí. Me tiré, me escondí y pasó. Después, tuve otra experiencia en la favela Ciudad de Dios donde nos confundieron con policías y en un momento que estábamos entrando nos apuntan tres personas con armas y nos piden que nos demos vuelta. Por suerte mi guía conoció a una chica y nos salvó la vida porque eran amigos de la infancia y se dieron cuenta que no éramos policías.

¿Cómo te controlas en esos momentos? ¿Qué sentís?

Yo lo que siento es que, por ejemplo, en esa favela viven casi 50.000 personas, entonces es una realidad de 50.000 personas. Es verdad que yo al no ser local puedo llegar a tener miedo, pero a mí me gusta vivenciar eso porque es su día a día. Entonces trato de contactar gente local, que me asegure que yo voy a salir vivo y a ver la realidad. Yo voy con mucho respeto y no debería pasarme nada. Además, es una realidad que nadie quiere terminar en la cárcel por matar a una persona que no conoce y que no le hace nada. La libertad es muy preciada para todos, sean delincuentes o no delincuentes. Ahora sí, es verdad que puede pasar que se agarren a tiros y vos quedar en el medio. No es algo normal estadísticamente, pero el factor suerte obviamente tiene que acompañar.

Lo que sí me costó manejar fue la entrevista con los sicarios en Colombia. La energía cuando te acercas a un sicario es totalmente diferente a otra cosa. Vos podés estar con delincuentes, pero cuando la persona específicamente mató a 200 personas es algo que es muy difícil. Yo trato de ponerme una barrera, pero esa persona me dijo que si alguien le ponía 120 dólares me mataba sin ninguna razón y después se iba de joda.

Balance del año: ¿Cómo llegaste al 2025 y cuántas cosas te pasaron para destacar?

Fue un año muy intenso, donde me pasaron muchas cosas. Todos los años trato de ponerme una meta. Obviamente que los resultados no los manejamos, y eso está bueno tenerlo claro cuando sos creador de contenido, porque a veces dependes de un algoritmo, dependes de cualquier otra cosa que no controlas (7:16) vos lo que podés hacer es hacer buen contenido y hacerlo periódicamente a conciencia, y este año lo empecé con el objetivo de tener 600.000 suscriptores en YouTube y hace unas semanas lo cumplí. Eso ya es un montonazo, pero también saqué un libro, que es un hecho increíble. Pude conocer Paraguay, Chile, grabar en otros países. Capaz mi fuerte era Argentina, y este año tuve una llegada impresionante a Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia. Y la verdad que en todos lados me reciben de la mejor manera.

No sos más cuando te salen las cosas y no sos menos cuando te salen mal.

Realmente fueron tantas cosas que me olvido de algunas. Me invitaron a los mejores stream, "Paren la mano", Tomás Rebord. Contenido que yo era fanático y de pronto estaba ahí. Pero creo que lo más importante es que a la gente le va gustando lo que hago y valora mi trabajo. Fue muy loco que entrando en una cárcel de Paraguay un chico se me acercó y me dijo "¿vos sos el de los videos de las barras?". Ahí es como que se rompe todo. Me piden fotos y me pongo a pensar en que capaz está el tipo que llega de laburar a la noche cansado y se relaja viendo mis videos. Eso me llena completamente, es un montón.

¿Cómo manejas este momento, con tantas cosas pasando a la vez, cambiando?

Tengo mi banda de amigos que todo el tiempo me hace estar con los pies en la tierra y yo no me creo nada, sigo siendo la misma persona. Eso para mí es clave. No sos más cuando te salen las cosas y no sos menos cuando te salen mal. Hay un poema que me regaló mi viejo que dice "éxito y fracaso, dos impostores", entonces en base a eso te manejas más tranquilo por la vida. Hoy estoy feliz, y listo para lo que venga.