“El laburo diario, las horas invertidas, creo que nos diferencian de otros dirigentes”
Tras la derrota de 2015, armó un frente con el hoy intendente Federico Achával. Desde allí se plantearon como una oposición dura al gobierno de Ducoté y de Cambiemos a nivel nacional y provincial. En 2019 llegaron al gobierno y hoy buscan el acompañamiento del pueblo tras dos años de gestión.
Desde el colegio secundario supo que quería militar en política y dedicarse a la función pública. Con 42 años, Santiago Laurent cuenta que tuvo un paso fugaz por el Frepaso, pero que el menemismo y la crisis de 2001 lo marcaron a fuego.
La música de los 90 con letras que hablaban de desocupación y deuda externa despertaron su inquietud y el interés en la política, junto a una generación que sintió “cansancio, hartazgo social y mucho descreimiento de la figura de los dirigentes políticos”.
Luego con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, considera que hubo un antes y un después. “Comenzó a hacer cosas que muchos siempre soñamos como generación”, puntualizó.
El exconcejal opositor y secretario de Gobierno, que busca volver al Concejo Deliberante encabezando la lista del Frente de Todos, cuenta cómo se acercó al intendente Federico Achával para armar un frente opositor que “levantó la voz defendiendo la identidad de Pilar” durante el gobierno del exintendente Nicolás Ducoté.
Con un mensaje duro que busca pararse en la vereda de enfrente del discurso que plantea la oposición, Laurent defiende los dos años de gestión del gobierno municipal en medio de una pandemia que nadie esperaba.
¿Cuándo comenzaste a interesarte por la política?
Creo que siempre, desde muy chico, desde la adolescencia. Apenas terminé el secundario ya tenía decidido que quería estudiar ciencias políticas, que quería militar, que me quería dedicar a la política. En la escuela nunca tuve experiencia militante, sí interés por la política. Creo que ahí me influyeron algunos docentes, bastante mi vieja, y bastante la música. Mi mamá no fue de tradición militante pero sí de discutir bastante. Y en los 90, década menemista, la música tenía mucho contenido; recuerdo que escuchaba Todos tus muertos, y buscaba entender y comprender las letras. Era música que hablaba de la desocupación, de la falta de empleo, de la deuda externa. Ahí me surgió toda la inquietud y el interés en la política. Pero también se daba todo un cansancio y hartazgo social que vivió mi generación durante el menemismo y de mucho descreimiento de la figura de los dirigentes políticos.
Tuve muchos intentos militantes mientras estaba estudiando en la universidad, tuve una corta experiencia en el Frepaso, que me dejó frustrado como a tantos otros. Después vino el 2001 y viví la jornada del 20 de diciembre en la calle; hasta el 2003 hubo mucha incertidumbre, pero claramente hubo un antes y un después con la llegada de Néstor (Kirchner) al gobierno, porque fue un presidente que comenzó a hacer cosas que muchos siempre soñamos como generación. Hasta ese momento estábamos todos medio perdidos, pero esperando algo nuevo; y ese algo nuevo fue Kirchner quien empezó a hacer realidad cosas que esperábamos.
¿Qué destacás de la figura de Néstor Kirchner?
Primero la reivindicación de la política, hoy nos parece más común hablar de esto pero en ese contexto era algo impensado, eso era algo que se había perdido. El valor de la política, del Estado, de la figura de un presidente. Hasta que él llegó sentíamos que se votaba a alguien pero las decisiones se tomaban en otro lado, no las tomaban los presidentes sino los intereses económicos, el FMI que siempre llevaban al mismo modelo económico.
La figura de Néstor es reconstitutiva del valor de la política, del Estado, de la soberanía, esta noción de que somos un país y que tenemos que pelear por la autonomía, por un modelo de desarrollo propio. Kirchner vino a poner en orden el país. Y después obviamente hay muchísimas conquistas, el gobierno de Néstor desde lo simbólico y a partir del primer día, fue un gobierno de conquistas diarias. El de Néstor fue un gobierno más de emergencia, al cual él con su figura le ponía el cuerpo, batallando, plantándose; y el de Cristina fue más un gobierno de políticas universales: la asignación universal, la profundización del modelo, fue una etapa de mucho crecimiento económico, más trabajo y muchas medidas de protección social que fueron muy profundas. Lo de Cristina fue la consolidación del modelo. Lo de Néstor fue más épico.
¿Cómo y cuándo lo conociste a Achával?
A Federico lo conocí hace muchos años durante el gobierno de Cristina a través de amigos en común, cada uno estaba haciendo su experiencia, él dentro de la gestión de gobierno en Pilar, yo dentro del kirchnerismo en otros espacios de gestión.
Siempre tuvimos muy buen vínculo. Y a partir de la derrota del 2015 nos propusimos entre los dos que había que arrancar e iniciar un proyecto nuevo, también los dos teníamos en claro que nada bueno podía pasar estando Cambiemos gobernando el país y Pilar.

