Múltiples y variados comentarios ha suscitado la eliminación masiva de treinta personas -20 del sexo masculino, 8 mujeres y dos más que se presume, por los restos, son también del sexo femenino- ocurrida en la madrugada del 20 de agosto en las cercanías de Fátima, a 3 kilómetros de esta localidad y sobre el c-mino de tierra que une las rutas provincial Nº 6 y nacional Nº 8.
Los pobladores del lugar oyeron una explosión, alrededor de las 4.30, que se vincula con la voladura de los cuerpos de las treinta personas previamente muertas a balazos, presumiblemente en el mismo sitio en que el o los artefactos colocados por los autores del gravísimo hecho dejó un profundo foso.
Avisada la policía local por vecinos que observaron el macabro espectáculo en las primeras horas de la mañana, procedió a agrupar cuerpos y restos, numerando los cadáveres y tomando nota de sus características y vestimentas. Trascendió que integraban el núcleo personas de diferentes edades -entre 20 y 45 años- que entre ellas había un hombre que usaba una muleta y otros de aspecto abandonado, así como algunas mujeres bien arregladas.
Varios fueron los que llegaron a Pilar -entre ellos los padres de dos jóvenes de 19 años, desaparecidos hace tres meses, que estuvieron en nuestra redacción- a fin de comprobar si alguna de las víctimas era un familiar que falta del hogar, pero no hubo posibilidad de efectuar identificaciones, siendo enterrados los muertos -en forma individual- en el cementerio de Derqui, el sábado 21, en horas de la tarde.
Interviene en este hecho, que motivó un comunicado del gobierno repudiándolo y entre otras manifestaciones una seria exhortación hecha pública por la mesa directiva de la Unión Cívica Radical para que se logre su esclarecimiento y el castigo de los culpables, el juez en lo penal de San Isidro, Dr. Fernando Zabalía.
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