Zelaya: Marcha para pedir cárcel común para el cura abusador Raúl Sidders

Sidders está acusado de violar a una ex alumna, cuando ésta tenía entre 11 y 14 años. Le fue concedida la prisión domiciliaria que está cumpliendo en la vivienda de su hermana, en Zelaya.

Hace pocos días se conoció que el cura Raúl Sidders, acusado de violar a una de sus alumnas en La Plata cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años, está cumpliendo prisión domiciliaria en la localidad de Zelaya. Es que en nuestro distrito el imputado tiene a su hermana, y con ella está quedándose mientras la justicia así lo disponga.

La noticia generó malestar entre los vecinos de Zelaya y las organizaciones sociales, que hoy desde las 15 se movilizarán para exigir que Sidders vaya a una cárcel común. La concentración será en la calle Comodoro Rivadavia al 2097.  

“Rocío, una joven de la Plata, que hoy tiene 28 años, denunció el acoso y los abusos que sufrió entre sus 11 y 14 años, cuando asistía al colegio San Vicente de Paul de La Plata, donde Sidders era capellán. El sacerdote se valía de las instancias de confesión para incitarla a tener relaciones sexuales y la sometió a contacto físico”, indicaron en un comunicado desde el Plenario de Trabajadoras.

En el comunicado afirmaron que gracias a este testimonio “muchos jóvenes que asistieron a ese colegio se animaron a contar sobre abusos cometidos por este cura”: “Gracias a la lucha inagotable de Rocío y de miles de mujeres que la acompañan, este abusador espera su condena final, pero lamentablemente goza del privilegio de estar en una prisión domiciliaria en un country del distrito de Pilar”.

Además criticaron que “es evidente la convivencia del Estado e Iglesia dentro del poder judicial” ya que “garantica la impunidad de los abusadores”. “Por eso desde el Plenario de Trabajadoras planteamos la elección directa y revocable de lxs jueces. Acompañamos todas las acciones por cárcel común para Sidders y en función de esta y todas las luchas contra la impunidad y la violencia a las mujeres, convocamos a toda la población a repudiar la cárcel domiciliaria”, explicaron.

“Este indignante caso obliga a una reflexión crítica acerca del control absoluto que tiene la iglesia sobre miles de niñes y jóvenes que acuden a las escuelas confesionales. Echa luz sobre la necesidad de anular el artículo 5 de la Ley de Educación Sexual Integral (ley 26.150), que relega los contenidos al ideario institucional de cada establecimiento. Que el dictado de estos temas sea elaborado por la docencia, les estudiantes y las organizaciones de mujeres, para imponer una educación sexual laica, científica y respetuosa de la diversidad. Es, por lo demás, un nuevo motivo para reclamar la separación de la Iglesia del Estado”, cierra el comunicado.