La violencia de género no cesa. No hay charlas, talleres o cursos que puedan frenarla y en lo que va de 2021, 48 mujeres fueron víctimas de femicidio en Argentina de acuerdo al registro del Observatorio Lucía Pérez. En 49 días, faltan 48 mujeres cuyas vidas fueron arrebatadas por hombres y otras tantas aún esperan justicia luego de haber sido violadas, abusadas y golpeadas.
El femicidio de Úrsula Bahillo volvió a poner en discusión todo aquello que, hace ya tiempo, organizaciones de mujeres denuncian: la justicia y la policía no actúan ante casos de violencia de género. Lamentablemente, tampoco en casos de abuso o violación.
El movimiento nacional Ni Una Menos volvió a tomar las calles para reclamar a nivel nacional por los femicidios en nuestro país y, en Pilar, la movilización se ha hecho sentir. La Defensoría de Género de Derqui y la Asamblea de Mujeres de Pilar se hicieron presentes hoy por la tarde en la Fiscalía, exigiendo ser escuchadas tanto por los casos de abuso y violación como por los de violencia.
“Nosotras venimos movilizándonos en fiscalía, y nos sumamos a la actividad de Ni Una Menos por el femicidio de Úrsula, de Florencia. Sumamos la actividad que íbamos a hacer de los casos de abuso sexual a los femicidios”, dijo Fernanda Ludueña, desde la Defensoría, en diálogo con Diario Resumen.
Desde su espacio han planificado una intervención para estos casos en donde la justicia tampoco actúa mostrando en pancartas gigantes frases que han tenido que escuchar de la justicia ante sus denuncias, hubo radio abierta, y más. “Una de las frases que más me marcó es que los verdaderos monstruos no viven en los cuentos solamente. Los monstruos están en todas partes”, dijo.
“Hay una sensación de frustración por las causas pendientes. Hay 10 abusadores que están libres en la zona de Derqui, de Pilar. No hay respuestas. Vamos a seguir hasta que haya justicia”, añadió sobre la actividad en contra del abuso.
Por otro lado, recalcó que “hay demasiados violentos que se siguen paseando por Pilar mientras las sobrevivientes están escondidas en refugios, en sus casas con miedo”. “Juntamos firmas porque queremos que intervengan esta fiscalía para que vean la cantidad de casos que hay, que parece que a nadie llegan. En la Fiscalía de Género falta empatía”, añadió.
El sistema, sin dudas, no está protegiendo a las víctimas y Ludueña cuenta cómo desde las organizaciones se ha tenido que tomar ese espacio de cuidado que debería ocupar el estado, la justicia y las fuerzas policiales. “Si alguien llama por violencia, tienen que ir. Hasta que no morimos, no pasa nada. No responden, no van. La fiscal, que entiendo la policía no puede intervenir si ella no baja órdenes, no hace nada. Es una justicia clasista y patriarcal, actúan cuando es mediático, cuando es de dinero, cuando son pobres, no. Eso es terrible”, cerró Fernanda Ludueña.
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