Se llevó a cabo una primera reunión con cerca de 70 participantes entre cámaras y empresarios. Se pusieron en debate temas en común respecto del difícil momento de la economía local.
En el marco del aislamiento social que impuso el Gobierno Nacional por la pandemia del coronavirus, y frente a la situación en la que el grueso de la industria y el comercio de Pilar se encuentra con las persianas bajas y sin actividad, las entidades gremiales empresarias del distrito comenzaron a generar reuniones virtuales con el objetivo de unificar la información y generar acciones comunes para salir adelante.
De esta manera, la primera cita, que se llevó a cabo al momento en que la Provincia dictó la norma que autoriza a los Municipios a ser los entes gubernamentales que generarán las autorizaciones de los distintos sectores productivos y comerciales; reunió a representantes de SCIPA, Cicoproa, la Cámara de Comercio de Derqui, CEPIP y la Unión Industrial de Pilar (UIP), entre otros.
Cabe destacar que el encuentro puntualizó diversos temas comunes en la actualidad, como el nivel de apertura de los comercios e industria, cuestiones relacionadas con las tasas municipales y los impuestos nacionales y provinciales, estado de los posibles créditos que podrían tomar las empresas a tasas subsidiadas y el plan de trabajo con las autoridades municipales.
Sabemos que algunos comercios que se abrieron con protocolos de seguridad están pudiendo trabajando con delivery"
Una de las participantes, la presidenta de SCIPA Edit Domínguez, señaló al respecto: “Fuimos casi 70 participantes, todas las cámaras del distrito más empresarios. Allí pudimos hablar sobre la problemática de todos, ya que por supuesto primero es la salud, pero la situación económica de las empresas y generadores de empleos es delicada”.
Asimismo, sostuvo: “La realidad es que no teníamos una economía brillante, y esto acentuó la crisis. Sin embargo, todos ponemos la mejor buena voluntad con los protocolos de seguridad, pero todo es poco. Es un escenario muy complejo, y por lo que escuchamos, no parece que en Pilar seamos muy obedientes porque hay gente por todos lados, así que creo que a las autoridades se les hace aún más difícil tomar la decisión de permitir trabajar a ciertos rubros, porque existe el miedo de tener la seguridad de cómo se deben liberar las actividades sin que se genere un desmadre en las calles”.
“Sabemos que algunos comercios que se abrieron con protocolos de seguridad están pudiendo trabajando con delivery, pero hay otros que no pueden empezar en estas condiciones”, cerró Domínguez, a la espera de comenzar a encontrar soluciones que acompañen el difícil presente económico del distrito y el país.
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