La electrificación de la línea San Martín continúa paralizada y sin grandes avances luego de más de tres años de la apertura de los sobres de la licitación. Según ha trascendido, esto se debe a las demoras causadas por “trabas burocráticas” con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la entidad que aportará la mayor parte del financiamiento para la obra, unos 400 millones de dólares, contra los 122 millones que completará el Estado Nacional.
El último mes de marzo, el entonces ministro de Transporte Mario Meoni, sostuvo que la adjudicación era inminente y en pocas semanas se llevaría a cabo. Sin embargo, los trámites continuaron estancados más allá de que el préstamo se encuentra confirmado y sin ningún tipo de cuestionamiento.
Son cinco empresas las que han mantenido su oferta durante estos años, debido a que se trata de un contrato codiciado, no solamente por ser una obra millonaria y de gran trascendencia, sino también por ser una obra “llave en mano”, una modalidad que permite que quien gane la licitación se hará cargo de todos los contratos parciales. De esta manera, no será simplemente lo que incluye la electrificación, sino también la construcción de una subestación en William Morris, la edificación de un depósito y taller de mantenimiento para los trenes en Alianza, la renovación de las vías y aparatos de vía entre Retiro y Pilar, además de obras de señalamiento y comunicaciones.
El proyecto de electrificación del San Martín tiene sus antecedentes más antiguos en la previa a la nacionalización de los ferrocarriles, cuando la línea era administrada por la empresa británica BAP.
Luego, el intento más cercano a una concreción se dio en la década del 80, cuando se firmó un contrato con la Unión Soviética para electrificar el San Martín entre Retiro y Mercedes, pero la iniciativa fracasó tiempo después.
El resurgimiento fue con la privatización en los 90, cuando la concesionaria Metropolitano se comprometió a realizar la electrificación. No obstante, en 2004 se rescindió el contrato con la empresa por incumplimientos.
Recién en 2015, con el regreso a la administración estatal, comenzaron las negociaciones con el BID para el otorgamiento del crédito que permitiera llevar a cabo la obra. En 2017 se otorgó el financiamiento y se llamó a licitación, completando el mayor avance en la historia del proyecto.
Los sobres se abrieron en julio de 2018, pero desde ese entonces la iniciativa ha quedado paralizada. Para este 2021 la obra fue incluida en el Presupuesto nacional, pero sin nuevos avances, una nueva luz de esperanza llega con el Presupuesto 2022 que actualmente se discute en el Congreso.
Dentro de este proyecto presupuestario, se comprende la electrificación de la línea entre Retiro y Pilar, la renovación de vías en toda la traza, la construcción de una subestación eléctrica y un depósito-taller para los trenes, entre otros trabajos.
Asimismo, también aparece una nueva iniciativa que tiene que ver con la renovación de la infraestructura del Ferrocarril San Martín en el corredor Buenos Aires – Rufino – Rosario – Mendoza. Se trata de la modernización integral de 1.813 kilómetros de vías. Comenzó a negociarse el año pasado y fue finalmente acordado con CRCC en diciembre de 2020. La inversión total prevista es de 2.600 millones de dólares.
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