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Mientras en el país comenzaban a darse los primeros casos de coronavirus, en los laboratorios de Argenomics en Parque Empresarial Austral, en Pilar, biólogos, biotecnólogos, genetistas, bioquímicos y médicos tenían un solo objetivo: contribuir en la lucha contra la pandemia que estaba atacando al mundo entero.
Para ello enfocaron todo el esfuerzo, atención, capacidades y recursos para lograr un kit de rt-PCR para la detección de COVID-19, diseñado, desarrollado y producido íntegramente en Argentina con calidad mundial.
“Cuando apareció la pandemia nos motivó la idea de ofrecerle al país la posibilidad de sumarle una herramienta esencial de 'Soberanía diagnóstico-sanitaria', independizándonos de kits importados y con el significativo beneficio del 'Ahorro de divisas'. Sabíamos que el desafío era grande, pero confiamos en nuestras cualidades como equipo que siempre nos han permitido evolucionar frente a otras crisis en los casi 20 años de trayectoria. La innovación está en el ADN de nuestra empresa, cuyo corazón es la investigación y el desarrollo de biotecnologías aplicadas a la Medicina y Diagnóstico de Precisión. Teníamos el know how para hacerlo y el precedente de haber trabajado en kits diagnósticos para el área de cáncer, oncohematología y algunas enfermedades poco frecuentes”, destacó Alberto Saúl, presidente de Argenomics.
El kit se basa en la técnica rt-PCR considerada el “Gold Standard”, conocida y aceptada como el método de referencia diagnóstica en todo el mundo para detección de COVID-19. Es la técnica que ya se utiliza en Argentina para diagnosticar en la red de 338 laboratorios públicos y privados en todo el país por su máxima fiabilidad para diagnosticar la presencia del virus en un tiempo estimado de una hora y media.
“Logramos generar un producto de máxima calidad y fabricado bajo los estándares internacionales más rigurosos (Good Manufacturing Practices) en una planta validada y certificada por Anmat ubicada en la provincia de Buenos Aires. La verdad es que es un hito tanto para nosotros como para el país, siendo no sólo el primer producto de su categoría en Argentina sino que hasta donde sabemos en Latinoamérica”, indicó.
Asimismo, explicó que esto da la capacidad de “abastecer otros mercados, exportando productos de alto valor agregado”: “Si bien nuestra prioridad es la de cubrir toda la demanda nacional que se tenga, ya estamos recibiendo pedidos y requerimientos de varios países muy interesados en nuestro producto”.
El kit tendrá un precio similar e incluso más económico que los importados. “La gran diferencia es que al importar los kits las divisas salen del país en su totalidad. En este caso, armamos una cadena de provisión nacional, con la mayoría de los insumos locales y producción argentina, lo que le genera al país un ahorro muy importante de divisas más el beneficio fiscal de toda una cadena de valor que tributa impuestos en nuestro territorio”, remarcó el presidente de Argenomics.
Argenomics, empresa miembro de la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB) se alió a la start up argentina ZEV biotech para el diseño y desarrollo del kit, que en las etapas más avanzadas incluyó más de 500 validaciones clínicas incluyendo muestras enviadas por la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud- Malbrán (ANLIS), el Hospital Italiano de Buenos Aires y el INBIRS (UBA-CONICET), entre otros.
El kit fue aprobado por la ANMAT y es producido en la planta de la empresa Cromoion, con una capacidad instalada para la fabricación de 100 mil test semanales.
CoronAR Dx tiene la misma eficacia para detectar COVID-19 que los que kits más reconocidos del mundo y que se usan hoy en Argentina. “Lo importante de haber elegido el gold standard (test de referencia) universal es precisamente que los parámetros de sensibilidad y especificidad son conocidos en todos lados y en nuestro caso la ventaja adicional de validarlo para ser utilizado en la amplia mayoría de los equipos de RT-PCR que conforman los 338 laboratorios públicos y privados del país donde se realizan test de COVID-19”.
El desarrollo del kit y producción del primer lote de fabricación demandaron una inversión de más de 600 mil dólares por parte de Argenomics y Zev Biotech. Se contó también con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Agencia de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Desarrollo Productivo que otorgó financiamiento a tasas accesibles, el Banco Internacional de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Salud de la Nación. “Aristóteles decía: “En la crisis aparece la virtud”, nosotros lo adoptamos como “motto” empresarial y decimos que “a todo desafío biomédico le seguiremos haciendo frente con desarrollo científico y tecnológico, con conocimiento”, concluyó Saúl (economista y emprendedor).
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