Este extraño monumento público fue erigido varios meses atrás, es un cuadrado de madera rústica de 1 metro cúbico, lleno de escombros donados por el Banco Provincia de Buenos Aires.
Diariamente vecinos y comerciantes llevan ahí sus ofrendas en bolsas de color negro (ver foto). Los transeúntes aportan lo suyo: papeles, botellas de plástico, latitas.
Hay que destacar el empeño de las autoridades municipales en mantener este monumento como se lo ve, para que los pilarenses y foráneos puedan disfrutar de esta magnífica obra que representa la dejadez, la inoperancia, la ineptitud, la negligencia, la ineficiencia, el desorden y el abandono.
Jorge Mengoni
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